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Es sólo un cubrebocas, presidente

OPINIÓN

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Resulta que un pedazo de tela ha puesto a una parte del mundo a discutir y pelear. Mientras las salas de terapia intensiva de los hospitales se vuelven a abarrotar de infectados por COVID-19, muchas personas en Estados Unidos han comenzado a protestar por la obligación de usar cubrebocas. Incluso han surgido políticos “antimascarillas”, que fomentan todo tipo de acciones legales para echar abajo las disposiciones que obligan a los ciudadanos a su portación cuando se encuentran en lugares públicos. Un diputado local de la Florida llegó a comparar a quienes defienden el uso del tapabocas con nazis.

En México no hemos llegado a esos extremos, pero a medida que el desconfinamiento permite la salida de más personas, las recomendaciones para usar mascarillas se han reforzado, aunque el mensaje no ha permeado a toda la población.

Mucho tiene qué ver la forma en la que las caras más públicas de la estrategia contra la pandemia manejaron la información. Uno de ellos es el doctor Hugo López-Gatell, quien en un principio desestimó el uso del cubrebocas como un auxiliar para evitar el contagio del nuevo coronavirus. Y, quizá siguiendo su consejo, la forma en la que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha desdeñado su uso en público.

Son cientos de estudios y miles de científicos que avalan los beneficios de portar cubrebocas. La protección que nos proporciona es muy fuerte. Las pruebas hechas entre personas contagiadas y otras con las que convivieron de forma protegida son incontrovertibles respecto al freno a la transmisión de la enfermedad. Pero los mexicanos seguimos recibiendo señales confusas.

El presidente apenas usó la mascarilla cuando se vio obligado a volar a Estados Unidos. Ayer lo portó por segunda ocasión al tomar un vuelo que lo trajo de vuelta a la Ciudad de México de su visita a Colima. En videos y en sus conferencias, ha hecho toda una serie de recomendaciones para evitar contagios. Vaya, hasta mostró sus estampitas y amuletos, pero nunca le ha pedido a la población que se proteja la nariz y boca.  

No sabemos si son creencias religiosas, razones políticas o algún mantra: el presidente de todos los mexicanos desdeña un pedazo de tela. Al hacerlo, desaprovecha una gran oportunidad para salvaguardar, de una forma muy simple, la salud y la vida de miles de ciudadanos.

Si tanto le preocupa la economía y el futuro del país, presidente, use el cubrebocas. Predique con el ejemplo. Será la iniciativa que más se le agradecerá.

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CONTRASEÑA: Al quedar integradas las quintetas de las que saldrán los cuatro nuevo consejeros de Instituto Nacional Electoral, destacan personajes con probada trayectoria que harán un gran papel. Una de ellos es la maestra Olga González Martínez, quien además de haber participado en casi 100 procesos electorales, ha fomentado valores como la independencia e imparcialidad que hoy más que nunca se requieren para darle certeza a las acciones del INE. Ojalá y esto sea tomado en cuenta por los legisladores que harán la selección. [nota_relacionada id=1130034]

POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ 

CARLOSZUNIGAPEREZ@GMAIL.COM

@CARLOSZUP

irv / eadp