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El responsable de la crisis sanitaria es el Presidente

OPINIÓN

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México es el séptimo país con más contagios por COVID-19, el cuarto por número de fallecimientos y quinto por muertes de personal médico a nivel mundial; atrás dejó a naciones como España e Italia que vieron sus sistemas hospitalarios colapsar; hoy, mientras diversos países toman con seriedad una crisis sanitaria que no tiene precedentes, el gobierno mexicano sigue enredándose en declaraciones cada vez más lamentables.

Hugo López-Gatell fue nombrado por el presidente como vocero de la 4T para reportar el avance del SARS-cov2 en territorio nacional, pero desde el día uno se estrenó con frases poco serias. El 29 de febrero afirmó que “el coronavirus no cumple características para considerar una emergencia”, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) había declarado a la enfermedad como “emergencia sanitaria de preocupación internacional” un mes antes.

Para enfrentar la pandemia, López-Gatell decidió que realizar pruebas masivas para conocer el número de casos y la magnitud de esta, no era necesario; inclusive pidió a las personas con síntomas leves que se quedarán en casa. El resultado es que el 69 por ciento de los mexicanos que han fallecido lo hicieron porque no tuvieron acceso a cuidados intensivos. Lo anterior significa o que las estadísticas de ocupación hospitalaria que presentaban cada noche estaban maquilladas o que la gente no acudía a los nosocomios siguiendo las instrucciones del Subsecretario.

Cuando el semáforo de Gatell falló porque la reapertura incrementó los casos y fallecimientos, el funcionario reprochó a las entidades federativas que sus medidas han provocado que la curva se siga creciendo de forma vertical, al punto que los gobernadores de Acción Nacional manifestaron su inconformidad pues ven en el discurso del Subsecretario un intento desesperado por “repartir culpas”. Famosas serán las palabras de hace unos días en las que Gatell afirmó “el riesgo no es para mí, ni para el presidente o para el gobierno, sino para todos ustedes”. Vaya forma de lavarse las manos.

Pero mientras el vocero se enreda en explicaciones redundantes y absurdas repitiendo como mantra que “lo peor está por venir”, el presidente López Obrador insiste en decir que vencimos al coronavirus, que lo hicieron excelente, que ya es tiempo de vencer el miedo y salir de nuestras casas, incluso que hasta la Organización Mundial de la Salud ha reconocido la gestión de su gobierno. Un triunfalismo falaz y absurdo.

En redes sociales se ha solicitado la renuncia de López-Gatell pues sus decisiones nos han llevado a un escenario catastrófico en el país, porque mientras países europeos y latinoamericanos están transitando a la nueva normalidad, en México nuestras autoridades apenas están accediendo a colocarse un cubre bocas. Sin embargo, ¿es López-Gatell el verdadero culpable de la crisis sanitaria? ¿o será quien lo nombró para ese cargo? Porque López Obrador ha sido el que ha confundido a los mexicanos con sus declaraciones contradictorias y ha minimizado la pandemia desde el principio porque está más ocupado pensando en las elecciones de 2021. La ineptitud del presidente es criminal y nos coloca como país en un terrible escenario en el que estamos en el peor momento en las peores manos.

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POR MARIANA GÓMEZ DEL CAMPO
SECRETARIA DE ASUNTOS INTERNACIONALES DEL COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL DEL PARTIDO ACCIÓN NACIONAL
@MARIANAGC

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