Frente a la pandemia global por el Covid-19, autoridades y ciudadanía coinciden en que los servicios y la administración pública en México no puede parar. Necesitamos agua potable, drenaje, alcantarillado, alumbrado, seguridad, acceso a la justicia, para tener un desarrollo integral en nuestro entorno.
Todos esos servicios los brinda el funcionariado y con las medidas de contención social y restricción de movilidad, tenemos un dilema: se tiene que garantizar la salud del personal y al mismo tiempo continuar con la atención al público.
En muchas instituciones no existen condiciones para que los servidores públicos trabajen desde casa. En el caso de las actividades jurisdiccionales, miles de expedientes se encuentran en físico y no se tienen sistemas para realizar su tramitación y resolución de forma electrónica; en la recolección de basura, el personal debe acudir de manera presencial a las casas por los desechos sólidos para depositarlos en los sitios de procesamiento.
Desde hace tres décadas iniciaron algunos programas para modernizar la función administrativa y algunas instituciones han transitando al gobierno electrónico, en mayor o menor medida. La emergencia sanitaria por el COVID-19 acelera el proceso de sistematización, abre canales de comunicación en plataformas digitales, pero también muestra el atraso en el uso de las TIC en el funcionamiento y operatividad del sector público.
Ante el largo periodo de cuarentena y distanciamiento social, la administración electrónica con el aprovechamiento de las tecnologías, debe convertirse en una ventana de oportunidad, sin olvidar a los grupos vulnerables y la brecha digital que existe en México.
Según datos de 2019 del Inegi, el 56.4% de hogares en México tiene acceso a Internet y 58.9% son usuarios de telefonía celular. Es decir, falta reducir la brecha digital para llegar a la población de zonas rurales, de mayor dispersión poblacional y menor desarrollo económico.
La apuesta debe ser también a la transparencia proactiva, pero no basta con micrositios y espacios informativos virtuales, se requieren avanzar con otras herramientas tecnológicas para mejorar la atención del gobierno para llegar a una fase de mayor desarrollo… la de transformación y participación democrática.
[nota_relacionada id=1134602]Se trata de un cambio de paradigma en la administración pública, teniendo como aliado el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación, pero debe contribuir a la inclusión social y a la reducción de la brecha de desigualdad para garantizar los derechos humanos.
POR NALDY RODRÍGUEZ
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