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Oídos sordos

Con los gobernadores, especialmente del PAN, el mandatario hace oídos sordos ante las muchas peticiones

OPINIÓN

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En medio de la pandemia de COVID-19, se dio el arranque de la cuenta regresiva rumbo a las elecciones de 2021, no precisamente en el momento más oportuno, y una de sus muestras fue el enfrentamiento entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y los gobernadores emanados del PAN, y en un tema aparte, con el mandatario estatal de Jalisco, Enrique Alfaro, por la muerte a manos de policías municipales de Giovanni López, en tiempos de contingencia sanitaria, en Ixtlahuacán de los Membrillos.

Desde los inicios de la actual administración, se ha hecho evidente la preferencia que tiene el Presidente por los Ejecutivos estatales emanados de su partido, Morena, y esa es una situación que resulta lógica y hasta normal; lo que no parece ser muy lógico, es que desde Palacio Nacional se avive el enfrentamiento entre gobernadores que de una u otra manera no han respondido el emplazamiento hecho por el propio Presidente no sólo a ellos, sino a toda la sociedad en el sentido de que quienes no están con él, están en su contra.

Si cuando inició la contingencia sanitaria y los empresarios, aglutinados en diversos organismos como la Coparmex y el Consejo Coordinador Empresarial tocaron a la puerta de Palacio Nacional y el propio Presidente la cerró para no abrirla más, todo indica que con los gobernadores, especialmente de Acción Nacional, el mandatario mexicano hace oídos sordos ante las muchas peticiones que le han hecho para que se siente a dialogar con ellos.

Sin embargo, en la solicitud que le hiciera Enrique Alfaro para reunirse con el Presidente, éste último pidió tiempo para que las tensiones se enfriaran.

Y en lo que eso pasa, el propio Alfaro Ramírez, así como los gobernadores de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval; Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, y Querétaro, Francisco Domínguez Servién, que integran la Alianza Centro-Bajío-Occidente, cerraron filas para afinar la ruta de trabajo a seguir en el corto, mediano y largo plazo para la reactivación económica en esta nueva normalidad. Asimismo, insistieron al presidente López Obrador apertura para el diálogo porque aseguraron llevar una relación de respeto y cooperación con el mandatario federal.

Otro punto de la alianza de los gobernadores del PAN y Alfaro es instrumentar una agenda de colaboración, alejada de estridencias y de “ruidos políticos” para “potencializar nuestras capacidades en materia económica; para consolidar a esta región como una de las más productivas del país”. Ahora el turno tocaría al presidente López Obrador, que debería de poner distancia a esos “ruidos políticos” que él mismo ha impuesto al denunciar, por ejemplo, el Bloque Opositor Amplio, que tendría como objetivo debilitar a la llamada cuarta transformación.

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POR ADRIANA MORENO CORDERO
COLABORADORA
MORCORA@GMAIL.COM

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