La crisis que vivimos no es culpa del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Él no la creó, ni tuvo la intención de que ocurriera. Esto debe quedarnos a todos muy claro, porque en los últimos días han surgido muchas valoraciones que hablan de la responsabilidad del Ejecutivo respecto de la crisis. Pero el presidente no es el origen de lo que estamos viviendo.
La crisis económica fue originada por varios choques principalmente de carácter externo. En primer lugar, la pandemia, cuyo origen está en China y que tiene al mundo de cabeza por la velocidad de contagio y su potencial de colapsar sistemas hospitalarios, lo que impactó todas las cadenas de logística y de agregación de valor económico para el comercio internacional. La industria manufacturera ha sufrido mucho como consecuencia de ello.
En segundo lugar, la guerra del petróleo entre Rusia y Arabia Saudita. Este diferendo tiró los precios del petróleo y afectó a todo el planeta, obligando a que Donald Trump interviniera y a que todas las esperanzas ahora estén puestas en la reunión virtual que hoy sostendrán líderes petroleros de la OPEP más los demás países productores. Si todo sale bien habrá un recorte de 10 a 15 millones de barriles de petróleo al día y quizá hasta veamos la participación de Estados Unidos en ese recorte de producción. México tendría que proponer lo propio.
¿De qué se le puede acusar al presidente López Obrador en esta crisis? De dos cosas. Primero, de haber creado un clima de negocios áspero para la inversión. Esa sí es su responsabilidad y durante meses fue reacio a modificar sus premisas de relación con el empresariado, al grado de exasperar a mucha gente de negocios que de buena fe quería invertir en México, pero que se llenó de miedo por el carácter displicente de la 4T y sus arrogantes iniciativas anti-empresariales.
Y segundo, se le puede responsabilizar de omiso y de inflexible. Muchas de las medidas anticíclicas que durante varias semanas le han solicitado desde el Consejo Coordinador Empresarial, habrían aminorado el estrés de pequeñas empresas que, aun con lo anunciado ayer, igualmente quebrarán, porque la crisis ya es profunda y será duradera.
[nota_relacionada id=953690 ]AMLO es el bombero inexperto que quiere apagar el incendio de una gasolinera con el líquido que encuentra cuando llega al lugar. Él no creó el incendio, y lo quiere combatir; pero resulta que el líquido que halla en el sitio y con el que pretende apagar las llamas… es gasolina.
AUTOS CAERÁN 90%
El pronóstico de contracción en la venta de autos nuevos para México durante este mes de abril es una estrepitosa caída de 90 por ciento (¡noventa por ciento!), de acuerdo con Guillermo Rosales, de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA). El que logre vender un auto nuevo estos días será un verdadero héroe.
POR CARLOS MOTA
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