¿Adiós al Fonca?

¿Se salvarán "la cultura y las artes" de la destrucción que alcanzó a las ciencias, la salud, la educación y la economía toda, y que alcanzará a millones de empleos?

Un tema que me parece ilustrativo de nuestra situación actual asomó la cara esta semana: ¿va a desaparecer el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes? A la hora de escribir estas líneas, no lo sabemos a ciencia cierta. Pero ese es su muy probable destino, sino ahora, por algún milagro, sí la próxima vez que el Presidente le meta mano a la alcancía.

Porque ese es el superpoder del Presidente: tirar dinero. Ya había arrasado con los fondos de emergencia, como ya había recortado incluso en áreas como la salud o la educación, como ahora se fue sobre los fideicomisos, para invertir en nada.

¿Se salvarán "la cultura y las artes" de la destrucción que alcanzó a las ciencias, la salud, la educación y la economía toda, y que alcanzará a millones de empleos para beneplácito del Presidente? No creo. Antes de la elección, discutí una y otra vez con amistades de ese medio sobre sus motivos para votar por AMLO. No los compartía, desde luego, pero, algunos, podía entenderlos.

Lo que no entendí fue que vieran a la 4T como la promesa de un mundo más feliz para ellos, como creadores. ¿En qué cabeza cabe pensar que un hombre como el Presidente puede ser proclive a la cultura y las artes, más allá de las coronas de flores y las canciones populares a su mayor gloria?

¿Qué, en su trayectoria, les hizo pensar eso? El PRI y el PAN de los últimos años eran ajenos a la cultura, cuyos recursos fueron sistemáticamente recortados, pero entendieron que eso que es ajeno merece sobrevivir, aunque sea precariamente. Decía que lo del Fonca es ilustrativo, sintomático si quieren, de la situación que enfrenta el país.

Respetar lo que te es ajeno e incluso antipático es una marca de la democracia. Por el contrario, en los países que no son democráticos o que están dejando de serlo, las naciones de un solo hombre, lo ajeno es visto como el enemigo, y al enemigo se le aplasta. No quiero angustiarlos más, pero los invito a hacerse esta pregunta: ¿qué opinión puede tener el Presidente de la ópera mexicana, la poesía posterior a Díaz Mirón o la danza contemporánea?

El Fonca, y las políticas culturales en general, merecían discusiones a fondo. No sé si el Estado debe patrocinar la creación como lo hizo en los últimos años, por ejemplo, y tiendo a pensar que sí, era necesario alejar un poco esos recursos de las clases medias y llevarlos hacia las poblaciones marginadas.

Bueno, esa discusión va a ser imposible porque no hay ya tema sobre el cual discutir, como no podremos discutir sobre el mejor uso de los fondos de emergencia o sobre cómo mejorar el Seguro Popular, por una razón: todo eso fue destruido, en año y pico.

¿Qué le queda al medio artístico-cultural? Lo que a todos. Defender cívica, democrática y enérgicamente lo que nos queda, que es mucho menos de lo que teníamos. [nota_relacionada id=952118]

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

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