‘Súper Médicos’

En Italia, al momento, desgraciadamente 73 médicos que se contagiaron han muerto. Aquí en México, se ha hecho públicas las agresiones a médicos en el transporte público y en los propios hospitales

Mi amiga es médico del área de urgencias, le solicité permiso para publicar parte de lo que me narró. Por miedo a represalias, me pidió que me refiriera a ella en este texto como “Guillermina”, a manera de homenaje a su abuelita que ejerció como enfermera y quien la inspiró en su vocación por la medicina.

Ella trabaja en un hospital regional en Tabasco, dependiente de la Secretaría de Salud estatal. Han sido días de mucha tensión por atender con el mayor rigor tanto a los casos confirmados de coronavirus, como a las decenas de casos sospechosos que transitan por el nosocomio, a la espera de recibir la noticia sobre si se encuentran infectados o no. La emergencia les llegó con recursos elementales insuficientes, como mascarillas, cubrebocas, guantes y hasta las batas escaseando.

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No entraré en detalle de las condiciones del equipo médico disponible y del que carecen, además de las camas disponibles —que, por cierto, ya se han empezado a habilitar colchonetas en el piso para los enfermos—, quiero enfatizar en su experiencia al dejar el hospital, que seguro se extiende en similitud a cualquier trabajador de un centro de salud.

Los médicos, enfermeros, camilleros, paramédicos, anestesistas, administrativos, conserjes y personal de seguridad, en su conjunto cumplen integralmente con sus jornadas para que el tratamiento de los pacientes y su recuperación sean lo más óptimo posible.

Pero el riesgo no se queda solamente en el nosocomio, sino que siempre existirá la posibilidad de contagiar a los integrantes de su familia durante sus periodos de descanso.

Los equipos de salud en el país pueden hacer sus labores con devoción, porque saben que están contribuyendo a personas a recuperarse de un destino fatal, por eso me uno al llamado a las autoridades sanitarias, porque no pueden dejarlos desamparados. Los tres niveles de gobierno tienen la obligación de ser solidarios con los centros de salud que se ubican en sus demarcaciones.

El hecho de que no cuenten con los elementos suficientes para hacer sus labores ponen en riesgo a los enfermos y sus acompañantes. Médicos, enfermeros y demás pueden contagiar a sus seres queridos y aparte de aumentar exponencialmente la morbilidad, el sistema de salud se debilita si pierde médicos por contraer el COVID-19.

La pandemia aún no ha llegado a su etapa crítica en el país, por ello los profesionales de la salud deben estar aptos y en plenitud de capacidades. En Italia, al momento desgraciadamente 73 médicos que se contagiaron han muerto. Aquí en México, se ha hecho públicas las agresiones a médicos en el transporte público y en los propios hospitales porque un segmento irracional de la población no quiere que “su” hospital no reciba enfermos de COVID.

Guillermina cuenta con su propio coche, pero un día no lo pudo llevar y tuvo que pedir prestadas una blusa y salir en chanclas, porque no quiso exponerse a que sus zapatos blancos “la delataran” en el camión.

CONSUMMATUM: El PRI reconoce el heroísmo con el que los profesionales de la salud se desempeñan. El presidente Alejandro Moreno ha propuesto un estímulo de 30 % por su desempeño durante la emergencia nacional y se ha solicitado a la Secretaría de Salud que se disponga de personal de guardia de 24 horas, que puedan dar asistencia primaria sobre todo en centros de salud de comunidades rurales. [nota_relacionada id=951314]

POR LORENA PIÑÓN RIVERA

SECRETARIA NACIONAL DE GESTIÓN SOCIAL DEL PRI

@LORENAPIGNON

eadp

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