Cuarentena caprichosa

Algunos hacen su cuarentena en mansiones, otros en sus casas de verano, otros en un pequeño departamento. Cada quien como puede. Lo importante es no juzgar

Llevo en cuarentena desde el 15 de marzo. Solamente he salido por razones de primera necesidad como trabajo que no se puede hacer vía home office, compra de víveres, y nada más. En esas salidas he sido completamente extrema en mis cuidados, los cuales incluyen: mascarilla, guantes, espacio físico mínimo de un metro con las demás personas y un kit desinfectante, siempre conmigo. 

Al llegar a casa, limpiar afuera los zapatos antes de entrar, quitarme la ropa y lavarla directamente en agua caliente, todo esto interrumpido por constantes lavados de manos, aplicaciones de gel antibacterial, etc.   

Aun así, me siento bendecida y le doy gracias a Dios por: tener trabajo y poder hacerlo casi todo desde mi casa, estar con mi familia en este momento, tener dónde estar, tener qué comer y sobre todo de tener salud.  

Desgraciadamente para muchos en nuestro país el poder hacer una cuarentena es un capricho millonario inaccesible. Por eso para los que sí podemos hacerla es imprescindible cumplirla completa y honestamente.  

Entiendo de dónde viene la frustración e indignación de muchas personas al ver las falsas cuarentenas que algunos postean en redes sociales, ya en mi columna pasada hablamos de los covidiots, pero hay una realidad: mientras estés confinado, tomando las medidas que la OMS aconseja, cada quien puede hacer su cuarentena en donde y con quien quiera.

Hay personas que estaban fuera de México en marzo cuando empezó la alerta por COVID-19 y decidieron quedarse en donde estaban por miedo a pasar por aeropuertos, o por estar con seres queridos, o porque se les hizo más cómodo o por la razón que fuera, y no tiene nada de malo. 

Algunos hacen su cuarentena en mansiones, otros en sus casas de verano o de fin de semana, otros en un pequeño departamento, otros en una choza, otros tienen que ir a casa de alguien pues no tienen casa propia. Cada quien como puede. Lo importante es no juzgar. No se trata de fifís ni de chairos, se trata de que todos estamos en el mismo barco, y debemos hacer lo mejor desde nuestra trinchera, sabiendo que estamos unidos, y que lo que hace uno impacta al otro.   

Hace unos días causó controversia una foto que subió a Instagram el famoso #planner mexicano Mauricio Kirschner, en donde aparece con un grupo de amigos en las playas de Los Cabos con la leyenda: “Be my quarantine". Uno de los amigos que ahí aparece es el excongresista republicano de Estados Unidos, Aarón Schock, personaje controversial de por sí. A Mauricio lo atacaron por “no guardar cuarentena, ni sana distancia”, y por estar en la playa con los amigos en plena pandemia

Entrevisté personalmente a Mauricio, quien me aseguró que está resguardado en Los Cabos con estas personas desde hace más de dos semanas. Él ya estaba allá cuando surgió la crisis y decidió quedarse para pasar la cuarentena, ya que su trabajo de eventos está completamente parado. Muchos mensajes de odio alrededor de este suceso que lejos de sumar nos restan energía, utilicemos nuestro tiempo tan preciado en cosas que nos hagan salir fortalecidos de esto. [nota_relacionada id=978751]

POR BRENDA JAET

@BRENDAJAETK

eadp

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