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AMLO y los gobernadores

Con la crisis del COVID, han venido a relucir las verdaderas escisiones entre los gobiernos federal y estatales

OPINIÓN

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Incluso los Ejecutivos locales de oposición en algún momento llegaron a alinearse a los designios de López Obrador. Algo tiene que ver que la mayoría no puede sobrevivir si no recibe recursos que envía la Federación. Son pocas las entidades que podrían darse ese lujo (Nuevo León, Sonora, Querétaro y Jalisco), y no sin meterse en aprietos.

Cuando se creó el Insabi y se invitó a gobernadores a incluir a sus hospitales dentro del esquema, mismo las administraciones del PAN —las priistas rápidamente aceptaron— , después de “mucho ruido y pocas nueces”, acordaron lo ansiado por el Presidente. Resultó una forma en que los gastos de salud disminuyeran para cada estado...

Con la crisis del COVID, han venido a relucir las verdaderas escisiones entre los gobiernos federal y estatales. Tal vez ha sido la primera ocasión en que López Obrador se tardó en dimensionar la gravedad de la pandemia. Puede ser que, al ser los gobernadores quienes están más cerca de los sufrientes, sintieron primero la desesperación de sus pobladores al no tener los recursos médicos para afrontar esta pandemia. No importa su afiliación política, han ido tomando distancia de las decisiones en la materia. subrayan importantes diferencias con el gobierno federal.

El COVID está politizado de uno y otro lado. Desde querer modificar el pacto fiscal hasta no mandar partidas presupuestales adicionales a las entidades como se había anunciado. Las gotas que derramaron el vaso fueron tanto la realidad de no tener más recursos, como el envío que llegó de material de dudosa calidad. No importó que la Secretaría de Salud dijera que se les habían enviado para áreas que no son de atención médica; el desprecio hacia los doctores había quedado demostrado.

Hay funcionarios que azuzan los problemas y, en lugar de encontrarles solución, los niegan, para después quedar expuestos como mentirosos. Fue el caso de la delegada del IMSS en Baja California cuando negó lo dicho por Eugenio Derbez. Más tardó ella en hacerlo, que el gobernador, Jaime Bonilla, en darle la razón al cómico. Ayer, el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, se unió a desmentir a la 4T. Culpó al IMSS, encabezado por Zoé Robledo, de engañar con respecto a la reparación de respiradores médicos. El director del Instituto reviró mostrándole que estos están siendo arreglados en un instituto tecnológico, sin mucha suerte. Más: el Dr. Mireles, subdelegado del ISSSTE en Michoacán —y por ende burócrata de la federación—, dijo que no les está llegando el equipo para enfrentar al COVID.

Muchos gobernadores (algunos de Morena) están llevando a cabo acciones para disminuir el impacto del COVID en sus economías. Casi todos los estados han “congelado” o disminuido el ISN (Impuesto Sobre la Nómina).

Queda de manifiesto la necesidad de que los gobernadores sean firmes en el momento de pedir insumos, pero también deben aprender a instrumentar herramientas recaudatorias y no dejarle todo a la Federación. Mientras eso no se dé, el número de infectados seguirá subiendo.

Urge que los gobernadores y el Presidente se reúnan de forma segura y se pongan a trabajar por México. [nota_relacionada id=977244]

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM 

@MALOGUZMANVERO

eadp

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