Nuestro Presidente, un líder de escala planetaria, un referente de la nueva izquierda, un líder excepcional que ya nos dijo que va a ser copiado en todo el mundo por su modo de gestionar la pandemia y la economía (cualquier día nos enteramos de que viene una refinería como Dos Bocas en Berlín, Alemania, o un Tren Maya en Osaka, Japón),
es víctima de un complot que, por su magnitud, por la
cantidad de agentes involucrados, no se había visto nunca, repito: nunca, en la historia de este Valle de Lágrimas que es el planeta Tierra.
Vean nada más a quiénes involucra, y me disculpo por mis omisiones, que, créanme, responden a la urgencia y las limitaciones de espacio propias de los periódicos.
Involucra al británico Financial Times, que en días pasados dijo que íbamos por los caminos del sur, o sea, rumbo a Venezuela.
Pero también al The Wall Street Journal, a The Guardian, al canal de la televisión española que hace chistes escatológicos con su figura, a The Washington Post, a The Economist y al Asian Times.
Involucra a varios medios mexicanos, claro.
Menos mal que tenemos el canal Once y el 22, con sus 18 mil espectadores blindados ante el desencanto.
A Eugenio Derbez.
Al Chicharito.
A Thalía, con ese genio luciferino.
A varios comentócratas, de Soledad Loaeza a Jorge Castañeda, a Héctor Aguilar Camín, a Denise Dresser, a Enrique Krauze, a Macario Schettino, a Isaac Katz, y hasta, pá’ pronto, a Mario Vargas Llosa, Andrés Oppenheimer y Arturo Pérez-Reverte.
A Felipe Calderón.
A los empresarios. Bueno, ya saben: a casi todos.
A las calificadoras, que ya nos dieron oooootro bajón.
Al G-20, donde no lo pelaron cuando la videoconferencia. ¿Cómo pudieron despreciar esos siete minutos de sabiduría?
A los de la reunión del petróleo, algunos de los cuales se burlaron, francamente, de Rocío Nahle. Maloras.
Y qué poca madre, aparte, que los saudíes vayan a boicotear nuestras ventas de petróleo. Envidiosos. Pero no frenarán a Octavio Romero. Jefe.
Y es que nuestro Presidente sabe que todos, todos están equivocados. Todos los complotistas, sí.
Pero también Macron, la Merkel y Pedro Sánchez con sus Fobaproas, los japoneses, los surcoreanos, Xi Jinping, la Organización Mundial de la Salud que no recomienda morder niñas en las pandemias, el Fondo Monetario Internacional e incluso los colombianos con sus incentivitos fiscales.
No te pierdas nuestro podcast sobre coronavirus:
Él y sus seguidores fieles saben que, en todo este ancho mundo, la única verdad, la única receta válida, es la suya. Bueno, perdón: la suya y la de Donald Trump, que sí es nuestro amigo.
Lo que pasa es que los conservadores están desesperados.
La Cuarta va.
[nota_relacionada id=975108 ]
POR JULIO PATÁN
JULIOPATAN0909@GMAIL.COM
@JULIOPATAN09
lctl