Las negociaciones para estabilizar los precios internacionales del petróleo en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), es la más compleja que ha enfrentado desde su creación, por una guerra de precios y la disminución de la demanda por la recesión económica global provocada por el Covid-19.
Es en este contexto debemos dimensionar la actuación de México en las negociaciones, donde participaron 23 países y se logró reducirla producción mundial sobre 9.7 millones de barriles diarios (mbd) a partir de mayo; en principio Arabia Saudita y Rusia aportarían el 50 por ciento y el resto de los países el 25 por ciento de su producción.
México con base en 1.78 mbd reportados en marzo, se le asignó una reducción de 400 mil barriles diarios; pero a través de un acuerdo con Estados Unidos, que aportará una reducción adicional de 300 mil barriles, para que México solamente disminuya su producción en 100 mil barriles. Propuesta que al final aceptó Arabia Saudita, que un principio se oponía ante las dudas de que el gobierno estadounidense pudiera obligar a las empresas privadas a cumplir con la cuota adicional.
Para entender la posición negociadora de México, debemos partir de que Estados Unidos no está siendo solidario con ningún país, está velando por sus propios intereses.Inició negociaciones con Arabia Saudita y Rusia, porque con su guerra de precios estaban minando al shale oil, que aporta 8.5 mbd a la producción estadounidense de 13 mbd, que ante precios menores a 30 dólares la hacen incosteable, poniendo en riesgo a su industria petrolera.
El gobierno de Estados Unidos en medio de la pandemia y un proceso electoral en marcha, se vio obligado acordar con México una solución compartida, para allanar un acuerdo en el seno de la OPEP y salvar su industria energética. Por ello México no debería de estar obligado a compensar en un futuro esta supuesta ayuda.
En segundo lugar, México para ganar tiempo y espacio de negociación aprovecho de manera inteligente la cobertura soberana del petróleo mexicano, que lo protege de los desplomes de los precios internacionales.
Un tercer elemento, es la manera en que conjugo la estabilización internacional de los precios y la defensa de los intereses nacionales; tomando como ejemplo, a países fundadores de la OPEP como Irán y Venezuela, exonerados de limitar su producción, aduciendo razones económicas y conflictos armados; México, expuso que los recortes se deben de hacer de acuerdo a las capacidades extractivas de cada país, argumentando que su producción disminuyó en un 50 por ciento en los últimos diez años.
Ante el logro de México en el seno de la OPEP debemos fortalecer la unidad nacional en torno al sector energético para que, con mesura, prudencia e inteligencia asuma un rol protagonista en el ámbito petrolero internacional. [nota_relacionada id=966953 ]
MANUEL RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
DIPUTADO FEDERAL
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE ENERGÍA DE LA LXIV LEGISLATURA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS DEL H. CONGRESO DE LA UNIÓN
@MANUEL_RDGN
lctl