La “cuarentena voluntaria” de amplios sectores de la sociedad previa a la declaratoria de emergencia sanitaria trajo consigo un aumento en el número de homicidios dolosos durante las últimas dos semanas de marzo, que llevó a promediar 83.4 víctimas diarias durante ese mes a nivel nacional, posicionándolo como el segundo más violento del actual sexenio de acuerdo con cifras preliminares del gabinete de seguridad federal.
Sin embargo, tras el anuncio formal de la emergencia (30 de marzo), acompañado de la iniciativa “quédate en casa”, el patrón de los homicidios dolosos cambió, observándose una disminución en el número de eventos delictivos y un aumento en la cantidad de víctimas en cada uno de ellos, como resultado de “ejecuciones” por ajustes de cuentas o enfrentamientos entre grupos rivales.
Muestra de lo anterior es que tan solo durante el primer fin de semana de abril se contabilizaron 284 víctimas de homicidio doloso, pese a registrarse una menor cantidad de hechos delictivos.
Los ejemplos más palpables fueron Chihuahua con 35 víctimas en 3 eventos, destacando el registrado en el municipio de Madera, donde en un solo enfrentamiento fueron privadas de la vida 19 personas, así como el estado de Guanajuato, donde se contabilizaron 30 víctimas en 6 eventos, el más numeroso con 7 personas asesinadas.
Esta nueva dinámica delincuencial no se ve afectada por el confinamiento de la mayoría de las familias y el cierre de centros comerciales y hoteles, ya que este se circunscribe a las zonas urbanas del país, no así a las áreas semi urbanas y rurales, donde la mayoría de las personas continúan desarrollando sus labores de manera casi normal, incluidas las actividades relacionadas con los mercados ilícitos como las drogas, combustible robado y otras mercancías de fácil comercialización en la actual coyuntura.
De hecho, los grupos delictivos han aprovechado el descenso en el tránsito de vehículos y de personas en las vías de comunicación que conectan a las ciudades para cometer sus ilícitos y escapar sin mayor dificultad.
En síntesis, el promedio diario de víctimas de homicidio doloso para los primeros 7 días de abril fue de 81.4 y solo ha sido superado por marzo (83.4) y febrero de 2020 (83.1), así como junio del 2019 (84.8), por lo que habrá que esperar al 30 de abril para disponer de cifras mensuales para el análisis y hasta el 20 de mayo para la estadística final con fines prospectivos, con la ventaja de que el último día de abril coincide con el fin de la emergencia sanitaria.
De no haber un cambio significativo en la dinámica observada durante las últimas dos semanas de marzo y la primera del mes de abril, de poco habrá servido que la mayoría de las personas hayan permanecido confinadas en sus casas por la emergencia sanitaria, si las que no han atendido las disposiciones de la autoridad federal han sido contagiadas por el coronavirus o han sido asesinadas por la delincuencia organizada, con la agravante de que en la tierra donde “la vida no vale nada” (Guanajuato), algunas pudieron haber sido privadas de la vida a domicilio. [nota_relacionada id=928931]
POR FACUNDO ROSAS
EXCOMISIONADO DE LA POLICÍA FEDERAL
eadp