#Resistiré

El título de esta columna parece haberse convertido en el himno de médic@s y enfermer@s que libran la batalla contra el COVID-19

Hace unos días circuló en redes sociales un video en el que personal médico del Hospital Ángeles de Guadalajara entona, acompañado de una guitarra, la canción Resistiré, aquella que se hizo famosa en la década de los 80 con el Dúo Dinámico, de los cantantes españoles Manolo de la Calva y Ramón Arcusa.

Los tapatíos entonaron a todo pulmón la melodía para alentar a sus colegas médicos y enfermeras, y a los pacientes infectados de coronavirus, internados en aquel nosocomio. “Resistiré, para seguir viviendo. Soportaré los golpes y jamás me rendiré”, dice en una de sus estrofas la canción que se viralizó con el video de los empleados sanitarios de la Perla Tapatía.

Sin duda, se trata de un mensaje que motiva y pone los pelos de punta, porque son los trabajadores del sector Salud los que forman el primer frente en la batalla que libra la humanidad contra el virus más devastador de los últimos tiempos. Sin embargo, en la mayoría de los casos estos nuevos héroes fueron enviados a la guerra sin fusil y las bajas se cuentan por decenas a diario.

En Italia, reportan seis mil 200 trabajadores de salud infectados y el fallecimiento de 50 médicos.

En España, 16 galenos han perdido la vida y 19 mil 400 profesionales sanitarios infectados. Por lo que hace a México, las cifras están lejos de aquellos países europeos, aunque los pronósticos no son alentadores. La cresta de contagiados crecerá exponencialmente en los próximos días, según las autoridades.

Oficialmente, han reportado tres médicos muertos, uno en Coahuila, otro en Zacatecas y uno más en Hidalgo.

En Monclova, hay 29 trabajadores infectados, entre ellos, varias enfermeras, en tanto que en Piedras Negras reportan a 31 médicos en cuarentena. En Aguascalientes hay otros dos médicos que dieron positivo; en Tlalnepantla, Estado de México, reportan 22; mientras que en Baja California 51 galenos estarían en las mismas condiciones.

Extraoficialmente se habla de casos similares en muchas clínicas y hospitales de los diferentes institutos de salud del sector público. En la gran mayoría lo atribuyen a la falta de equipamiento, material de protección, medicamentos y capacitación. Los cubrebocas y los ventiladores, por sólo mencionar un ejemplo, se han convertido en materiales que podrían hacer la diferencia entre la vida y la muerte, no sólo entre los pacientes, sino entre todo el personal de salud. De un hilo tan delgado como eso depende el saldo final de esta tercera guerra mundial.

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El gobierno federal ya anunció que están haciendo todos los esfuerzos para la compra del material, pero para muchos este esfuerzo está llegando tarde.

Con todo y eso, miles de doctoras, doctores, enfermeras y enfermeros, lo mismo de Guadalajara que del lugar más recóndito del país, se mantienen en pie de lucha y dispuestos a morir en la raya con el grito de guerra: ¡Resistiré!

Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Soy como el junco que se dobla. Pero siempre sigue en pie”.

POR ALFREDO GONZÁLEZ
ALFREDO.GONZALEZ@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@ALFREDOLEZ

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