El mundo está viviendo una tormenta inédita derivada de una crisis de salud y una subsecuente crisis económica.
Los estragos de esta tormenta van a ser distintos en cada país, dependiendo de tres factores: la robustez o debilidad de los sistemas de salud; la fortaleza o decaimiento de las economías; y de la altura de miras y efectividad de las respuestas de política pública.
En nuestro sistema de salud, la concentración de las compras públicas ahogó las adquisiciones y provocó desabastos. Adicionalmente, el cambio del modelo de Seguro Popular por el Insabi, carente de estrategia y de recursos, ha resultado en la destrucción de algo que en efecto era mejorable, por un nuevo sistema inacabado, ineficaz y raquítico.
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Por su parte, nuestra economía está mal y de malas. Después de casi una década de crecimientos anuales, sin razón alguna más que las malas políticas domésticas, acabamos creciendo -0.1% en 2019.
Se han dedicado a ahuyentar la inversión privada nacional y extranjera, generando incertidumbre, falta de estado de derecho y políticas volátiles y erráticas, que situaron el año pasado a nuestras finanzas públicas en una posición comprometida al no materializarse el crecimiento, los ingresos fiscales y petroleros, al tenerse que gastar casi la mitad del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios y decidir inyectarle grandes cantidades de recursos públicos a Pemex, en vez de que su fuente de financiamiento fuera privada. Ya las calificadoras evidenciaron estos riesgos bajándole la calificación al país, a Pemex y a CFE.
Y los liderazgos políticos que han dejado mucho que desear. Comunicación y posicionamientos erráticos y contradictorios. ¿Primero vayan a conciertos y salgan de sus casas a consumir y luego, es la “última oportunidad” que nos queda para salvarnos, y quédense en casa?
Necesitamos inversión que genere empleos ¿pero se cancela el proyecto de Constellation Brands enviando el mensaje de que invertir en México es inseguro porque pueden cambiarte las reglas del juego cuando ya desembolsaste casi 65% de toda tu inversión? ¿Y vamos a seguir con la refinería aunque no sea rentable producir petróleo cuando su precio ha caído debajo de 14 dólares por barril mientras que en enero estuvo a 53 y en el presupuesto a 49? ¿Y el gran plan económico integral, coherente y robusto para que las personas y las empresas micro, pequeñas, medianas y grandes salgan de la crisis y volvamos a la senda de la creación de empleos y crecimiento económico? O no existe o no lo conocemos.
Así nos encuentra parados una de las crisis más desafiantes de nuestra época. Nuestra economía es grande y nuestra sociedad se crece ante la adversidad, son los recursos que quedan. [nota_relacionada id=941841]
POR VANESSA RUBIO
SENADORA DEL PRI
@VRUBIOMARQUEZ