Un tanto desesperado–como muchos otros, y me incluyo- por la actitud de Andrés Manuel López Obrador frente al coronavirus, el periodista Federico Arreola inició ayer su columna en SDPnoticias con este planteamiento:
“Carajo, presidente AMLO, ¿y cuál es el problema de que te hagas la prueba para saber si tienes coronavirus o no?”
La tarde previa, luego de enterarnos que no sólo el gobernador de Hidalgo Omar Fayad había resultado positivo a la prueba del Covid-19, sino también el tabasqueño Adán Augusto López, preguntamos a algunos miembros del equipo más cercano de López Obrador si se encontraban bien de salud, incluido el Presidente.
La respuesta fue positiva.
Agregamos otra pregunta: ¿Es una certeza científica, se hicieron la prueba?
La contestación llegó así: “AMLO no”.
La conversación dejaba ver que distintos miembros del gabinete y del grupo de colaboradores más cercanos al Jefe del Ejecutivo se habían realizado la prueba del coronavirus.
¡Espléndido! Sobre todo si recordamos que Fayad asistió a la conferencia Mañanera en Palacio Nacional el 18 de marzo para dar detalles sobre el aeropuerto de Santa Lucía (Felipe Ángeles) y que presentes estuvieron, además de Andrés Manuel, los titulares de la Defensa y de la Marina, Luis Cresencio Sandoval y Rafael Ojeda; los Secretario de Comunicaciones y de Desarrollo Urbano, Javier Jiménez Espriú y Román Meyer; y el encargado de la obra, el general Ricardo Vallejo. [nota_relacionada id=940183 ]
Que la prueba del coronavirus “no aplica” –a decir del doctor Hugo López-Gatell, el funcionario que lleva las riendas de la estrategia contra la pandemia en nuestro país- porque “el periodo relevante de contagio empieza cuando la persona afectada empieza con síntomas” y que las pruebas se hacen para “verificar el estado de una persona enferma…”, pues muy probablemente tenga razón el subsecretario de Salud, pero eso no tranquiliza a nadie.
Además de lo que afirma López-Gatell, lo cierto es que el propio AMLO no parece –por ahora- dispuesto a hacerse la prueba (ya vimos cómo rechazó el gel y cómo siguió obsequiando besos y abrazos).
Apenas hace tres días cambió su discurso, aunque no dejó de viajar (y vaya que no era ni urgente ni de importancia relevante su gira. En fin, que es “necio”, como él mismo lo ha reconocido.
Pero, ¿habrá algo más en esa negativa del Presidente a hacerse la prueba? Se lo preguntamos al doctor en matemáticas, psicoterapeuta y analista, José Newman Valenzuela. Avanza una hipótesis:
-Una muy simple y por ello creíble en él: por la misma razón que nunca ha entregado a la prensa los análisis clínicos que dijo haberse hecho recién, según los cuales estaba ´”al cien”:
Porque sería abrir la puerta a información que probara que es humano, que no es sobrenatural ni tiene poderes añadidos por Dios, por Jesús Cristo, por Juárez o por el Pueblo, a quienes siempre ha citado como fuentes de su Autoridad Moral, de su poder.
Entregar sus análisis –opina el analista- sentaría un precedente para mostrarlos periódicamente. Hacerse la prueba (del coronavirus) es abrir la puerta. ¿Y qué tal que en los análisis aparece algo indicativo, y qué tal que da positivo? [nota_relacionada id=940431 ]
Por lo pronto, apunta Newman, amlo tendría que encerrarse. ¿Y sus mañaneras y giras? Pero más allá de eso, que es de algún modo sorteable, le haría mella a la creencia que él ha dado a creer a sus devotos, perdería ESO que lo hace único; sería uno más y eso sí que “quebraría” su naturaleza indudable, superior, virtuosa, su “autoridad moral”.
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GEMAS: Obsequio del periodista Jorge Ramos: “Lo más triste, grave y con un alto costo en vidas son las semanas perdidas en Estados Unidos y en México, con los mensajes equivocados por parte de sus líderes, y la resistencia a tomar las medidas que se necesitaban. Ya habrá tiempo para juzgar. Ahora hay que sobrevivir. Juntos”.
POR MARTHA ANAYA
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