Los efectos físicos de la enfermedad suelen ser evidentes a la vista; no así su impacto en la salud mental de la persona. No ha sido extraña la generalizada sensación compartida de que el más minúsculo malestar pudiera, subjetivamente, estar relacionado con el COVID-19.
El estrés innecesario —el otro es aquel que nos permite la adaptación al entorno, en este caso la alerta— se convierte en un elemento físico que debilita las capacidades de defensa del organismo y en consecuencia puede convertirse en un facilitador del virus.
Desde otro punto de vista, la pandemia tendrá un impacto considerable en la economía nacional y de familias que, como ocurre en 90 por ciento de los casos, tienen ingresos netos mensuales menores a 12 mil pesos y una exigua capacidad de ahorro que, agotados los ingresos, dura escasamente dos semanas.
[nota_relacionada id=939441]Necesitamos mantener salud mental para equilibrar nuestra gestión del contexto sanitario y económico. Transcurrida la primera semana de la Fase 2, la prevención de la pandemia es tan importante como superar el diálogo trivialmente grillero que abunda en redes sociales.
Al mismo tiempo, sin embargo, los rumores o fakes en redes sociales generan, aun hoy, confusión o estados de incertidumbre y ansiedad. También hay un problema con las versiones, incluso de líderes mediáticos muy destacados y acreditados, reveladoras de prejuicios de los que no escapan.
El principal de ellos es que su desafecto por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador o, mucho menos frecuentemente, el que pudieran tener por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, cuyo liderazgo es evidente, programática y mediáticamente, los lleva a considerar el escenario mexicano como una absoluta fatalidad.
La experiencia mexicana será tan diferente de España e Italia, como de República Dominicana o Argentina; de Alemania e Inglaterra, o de Suecia y Estados Unidos. Para combatir la desinformación, el Gobierno de la Ciudad de México, en coordinación con Locatel y la Secretaría de Salud, lanzaron un “bot” de mensajería de texto (al mandar “covid” al 51515) que resuelve dudas de los usuarios y contribuye a la identificación de riesgo.
A nivel psicológico, en el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México acompañamos y estamos preparados para atender a cualquier persona que pueda sentir miedo, ansiedad, angustia, tristeza o depresión durante la pandemia, a través de nuestra Línea de Seguridad y Chat de Confianza 55 5533-5533.
Tenemos 89 profesionales que atienden las llamadas en menos de cinco segundos, y están 24/7 pendientes y atentos para ayudar gratuitamente y sin límite de tiempo. Nuestro objetivo principal es fomentar un estado de cautela informada y serenidad comunitaria, que permita aplicar las acciones de prevención que en esta etapa son fundamentales.
Juntos superaremos esta etapa. Como ciudadanos, la prevención responsable y la coordinación son nuestras poderosas herramientas. [nota_relacionada id=939091]
POR SALVADOR GUERRERO CHIPRÉS
PRESIDENTE DEL CONSEJO CIUDADANO PARA LA SEGURIDAD Y JUSTICIA DE LA CIUDAD DE MÉXICO
@GUERREROCHIPRES
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