Aunque no acepto el carácter de mártir como principal atributo del pueblo mexicano, me enorgullece ver que lo estamos haciendo de nuevo. Sin embargo, debemos aplicarnos más, mucho más, porque esto apenas va a comenzar.
Frente a la epidemia de COVID-19 que nos caerá encima, los mexicanos estamos sobreponiéndonos a nuestro gobierno. Por iniciativa propia estamos tomando medidas para protegernos. Gracias a los medios de comunicación y redes sociales que han inundado al mundo de información, nos enteramos y aprendemos de lo que están haciendo en Asia y Europa.
#QuedateEnCasa parece ser la clave. Algo tan sencillo, y al mismo tiempo tan complicado, salvará millones de vidas en todo el planeta. Me da gusto ver en México calles, avenidas, parques, escuelas, corporativos, playas y muchos otros sitios semivacíos, muestra de la responsabilidad cívica de cuidarnos y cuidar a los demás. Pero también duele. Duele y preocupa mucho.
Entiendo el enorme riesgo y costo de detener la economía. Entiendo que millones de mexicanos viven al día, y que un día sin ventas es un día sin comer. Pero también es un hecho que ni los muertos, ni los enfermos, podrán revivirla.
A pesar de los tibios y contradictorios mensajes de las autoridades, empezando por el Presidente, los mexicanos no esperamos a que nos dijeran qué hacer. Las trágicas experiencias en China, Italia y España, nos enseñaron cómo cuidarnos y cuidar los nuestros.
No es la primera vez que los mexicanos demostramos que nos agigantamos cuando las tragedias nos retan. Los terremotos de 1985 fueron la gran prueba de nuestra solidaridad y carácter. De que somos capaces de organizarnos a pesar de que las autoridades no sepan medir o qué hacer ante las adversidades.
Aún nos falta mucho, muchísimo. Esto apenas va a comenzar. Mi enorme deseo es que se equivoquen los pronósticos negros y que los mexicanos logremos evitar que la epidemia nos llegue como en Asia o Europa. Ojalá que la pandemia no nos golpee con la misma furia, porque entre más profunda y prolongada sea, más despiadada será la crisis económica que le seguirá. Que así sea.
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BON APPÉTIT: Ayer mencioné algunos gobiernos estatales que se adelantaron al gobierno federal para tomar medidas de protección a la población. Agregue a Jaime Rodriguez Calderón, El Bronco, gobernador de Nuevo León. Llamó a directores de hospitales privados y públicos, y a todos los presidentes municipales para que pidan a la población quedarse en casa. Además, presume, una App de primer mundo. Grupo Aeroportuario del Pacífico reitera que no hay planes de cancelar operaciones en las terminales aéreas de Guadalajara y Puerto Vallarta, a pesar del exhorto del gobernador de Jalisco. Que alguien le informe a Enrique Alfaro que eso le corresponde solamente a la SCT y a la Agencia Federal de Aviación Civil. [nota_relacionada id=934070]
POR ALEJANDRO CACHO
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