En esta fase de la epidemia global, del coronavirus COVID-19 se han intensificado los esfuerzos para el apoyo a connacionales en el retorno a los países de origen, incluso por medios diplomáticos, con el apoyo de las líneas aéreas y de transporte internacionales.
Mesoamérica ya está en la lista de receptores y lugares de transmisión y contagio del virus. México ya ha entrado en la fase de contagio comunitario y no sólo de importación, cuando de día a día se han aumentado las limitaciones de viaje e intercambio en Mesoamérica.
Frontera tras frontera en América Latina y El Caribe se modifican los términos de la comunicación. Por lo pronto las muestras de solidaridad y cooperación ya está trascendiendo fronteras, tanto desde China como al interior de Europa. Para Mesoamérica esto es clave, en tanto es una región interdependiente y clave para las interconexiones globales.
Las explicaciones y recomendaciones más tomadas en cuenta están siendo las del sistema público internacional, con el liderazgo de la Organización Mundial de la Salud que convocado a través de sus organizaciones a colocar en su justo lugar la urgencia y convocatoria a actuar.
En esta coyuntura, el Secretario General de las Naciones Unidas ha hecho un llamado al cese global de hostilidades, que seguramente está siendo evaluado por partes en conflicto, se sabrá pronto de la respuesta recibida. La convocatoria es demasiado importante para dejarla sin respuesta, porque responde a la otra epidemia, la de las violencias.
El desarrollo de sistemas de respuesta globales en mucho va a depender de lo que nuestra región pueda convertir en favor de la respuesta al problema. Queda en las manos de mecanismos regionales como la Organización de Estados Americanos como contribuir.
Le toca a Mesoamérica y al Cribe también participar como lo ya lo hacen comunidades que ya han sido más golpeadas por la enfermedad. Latinoamérica y el Caribe han mostrado capacidad de cooperación internacional y solidaridad ante epidemias anteriores. Con la ventaja de la experiencia previa interregional de todos de cooperación con otras partes del mundo.
Por el momento el equilibrio se mueve de la capacidad de prevención al de la atención, en la medida en la que crece el cierre de fronteras y la disminución de golpe de las comunicaciones aéreas, lo que ha multiplicado los esfuerzos diplomáticos y sociales para el viaje de las personas a los lugares donde pueden estar más salvaguardados ante la enfermedad.
La paz puede resultar muy beneficiada, sobre todo si se logra trascender esta coyuntura con mejores sistemas públicos de salud y las cooperaciones intergubernamentales para esto.
Algo que muchas veces se descalifica es la importancia del ocio y el entretenimiento, claves para la convivencia en estos tiempos. En ese contexto, recibimos la noticia de la partida de Albert Aleandro Uderzo, dibujante francés de origen italiano, quien con el guionista de la misma nacionalidad René Goscinny produjeron con una comunidad de creadores belgas la historieta Ásterix y Obelix, que ha sido ampliamente divulgada a nivel global. Nos deja un importante legado que en estos días seguramente nos permitirá experimentar nuevamente la importancia del espacio para el descanso y la recreación.
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POR GUADALUPE GONZÁLEZ
*CATEDRÁTICA UNIVERSITARIA
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