Uno de los muchos sectores que ha sido afectado por la baja en los precios del petróleo y el alza en el tipo de cambio es la industria marítima que realiza cabotaje en México.
La cancelación y reasignación de proyectos de exploración, mantenimiento y obra marítima, tanto de Pemex de Octavio Romero Oropeza, así como de otras empresas petroleras privadas, terminará por complicar la situación que ya viven las navieras nacionales agrupadas en la Cámara Mexicana de la Industria del Transporte Marítimo (Cameintram) de Armando Rodríguez.
Me refiero a un sector lamentablemente viene cayendo de tiempo atrás y actualmente la flota de embarcaciones con bandera mexicana es de aproximadamente 170 unidades, menos de la mitas de las que operaban hace una década.
Pero no todo son malas noticias para la cámara que dirige Armando Rodríguez. Recientemente la Dirección General de Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) resolvió sancionar a la naviera Hornbeck Offshore México por operar con un esquema corporativo simulado mediante el cual se hace pasar como una empresa con capital mayoritariamente nacional, violando el artículo 40 de la ley de navegación que reserva el cabotaje a las compañías mexicanas.
Se trata de la primera vez que la autoridad regulatoria implementa una medida que busca un piso parejo en este sector que como le digo sufre ajuste a raíz del contagio internacional de COVID-19, como muchas otras actividades.
LA RUTA DEL DINERO
Ya que hablamos de cómo le va a la economía en la actual coyuntura los analistas dicen que el sector de los metales y la minería estará moderadamente expuesto como resultado del brote de coronavirus en todo el mundo. Un reporte de Moody’s Investors Services señala lo anterior, y en contraste entre los perdedores con gran exposición figuran aerolíneas, turismo e industria automotriz.
La calificadora señala, por otra parte, que los sectores de materiales de construcción, farmacéuticas, inmobiliarias y telecomunicaciones, entre otros, se encuentran entre los menos expuestos. La propagación global del coronavirus ralentizará significativamente el crecimiento económico, lo que, a su vez, amplificará su efecto en varios sectores, y la caída que siguen experimentando los mercados ha alimentado los temores de una recesión más profunda.
La empresa revisó recientemente sus pronósticos de crecimiento del PIB para las economías avanzadas del G-20 a 1.0 por ciento en 2020, por debajo de 1.7 por ciento en 2019, y para el emergente G-20 a 3.8 por ciento en 2020, por debajo del 4.2% en 2019, incluyendo un desaceleración sustancial en China, aunque esos número podrán cambiar. El caso es que Moody’s advierte que la capacidad de algunas compañías para resistir los efectos del virus dependerá de su duración, y existe un grado de incertidumbre más alto de lo habitual en torno a sus pronósticos. [nota_relacionada id=919942]
POR ROGELIO VARELA
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