Apuesta mortal

López Obrador está jugándose la vida de millones de mexicanos

El martes, Emmanuel Macron, presidente de Francia, anunció que su gobierno tomará medidas propias de tiempos de guerra para enfrentar el coronavirus: se suspende el pago de impuestos, recibos de agua, luz, gas, créditos bancarios, así como pagos de alquiler, e insistió en que “ningún francés se quedará sin recursos”.

Por su parte, Estados Unidos destinará 50 mil millones de dólares para combatir las consecuencias económicas y sanitarias que inevitablemente dejará, al mismo tiempo el presidente Trump anunció el cierre de su frontera con Canadá.

Guatemala desplegó a su ejercito en el límite con Chiapas para evitar entrada de personas infectadas provenientes de nuestro país.

China, país donde inició esta pandemia, anunció que después de las extremas medidas a las que recurrió (cuarentena mandatoria), había logrado, por fin, controlar la propagación del virus y ya trabaja en una vacuna. El epicentro del brote oficialmente se ha movido a Europa y viene en camino hacia América.

Según la OMS, más de 182,000 personas en el mundo se han contagiado y más de 7 mil han fallecido. Según la OCDE, esta pandemia representa la “mayor amenaza a la economía global desde la crisis del 2008” y sectores como turismo, manufactura, comercio y finanzas se verán afectados.

Como siempre, en México tenemos otros datos. Pese a las recomendaciones (nacionales e internacionales), López Obrador aseguró el miércoles que todo está controlado y mostró un par de estampitas religiosas que asegura servirían como escudo y protegerán a México de la crisis económica y de salud que nos asecha: “Detente enemigo que el corazón de Jesús está conmigo”. Está en video.

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El titular del Ejecutivo decidió continuar sus giras en donde es muy común que bese (y lo besen) niños y adultos mayores, dos de las poblaciones más vulnerables a este virus. El fin de semana se llevó acabo el festival Vive Latino en la CDMX que reunió a más de 50 mil personas en un mismo lugar durante tres días.

A raíz de las críticas, el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell advirtió que las recomendaciones sanitarias no deben “aterrizar en el Presidente”. Que casi sería mejor que se contagiara de coronavirus porque se recuperaría y quedaría inmune y que la fuerza del Presidente es moral y no de contagio. Bajo esa lógica: que si están sanos procuren acercarse a alguien enfermo para contagiarlo y volverse inmunes. Está en video. Sobre las políticas de estímulo fiscal, dijo que no habrá ninguna.

El Presidente está jugando una apuesta, pero a diferencia de las que se juegan en Las Vegas, esta apuesta la vida de millones de mexicanos. Si gana y todo esto del coronavirus acaba bien (qué seguramente así será), AMLO se convertirá en una estrella: el hombre al que ni el mismo coronavirus lo pudo alejar del pueblo que tanto ama. Pero si pierde, será una catástrofe sin precedentes.

De todo corazón, ojalá la gane.

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POR CALLO
JORGEAVILESVAZQUEZ@GMAIL.COM
@CALLODEHACHA

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