Por primera vez en la historia de las crisis financieras de este país, en el gobierno de la 4T existen dos visiones para enfrentar uno de los perores choques económicos externos que está viviendo la economía mexicana por la caída de los precios del petróleo y el coronavirus.
También por primera vez, NO es el presidente de la República quien toma las riendas para diseñar e instrumentar una estrategia (sus detractores señalan que como no sabe de economía ni de finanzas, no se mete), sino el Jefe de la Oficina de la Presidencia y encargado del Gabinete Económico, que de economía y finanzas tampoco sabe, porque es ingeniero agrónomo con especialidad en asuntos relacionados con el agro. Por alguna extraña razón, el primer mandatario no quiso – como lo hicieron los neoliberales—poner en manos de su secretario de Hacienda tan delicado asunto.
Más aún, en la historia reciente observamos que por primera vez el titular de las finanzas no tiene voz ni voto en los bancos de fomento del gobierno Federal (está de “florero”, pues), porque el presidente de la República le dio manga ancha en este sector al ingeniero Romo. Por eso cuando Arturo Herrera les dijo a los banqueros que la banca del desarrollo, principalmente Nafinsa, va a ser el motor de los paquetes de estímulo que prepara el gobierno federal para enfrentar la crisis sanitaria y económica, Romo y el presidente se voltearon a ver como diciendo ¿cuáles estímulos?
Podemos agregar que, por primera vez en las crisis financieras de México, el sector privado mexicano no tienen como interlocutor ante el presidente de la República al Secretario de Hacienda, sino al Jefe de la Oficina de la Presidencia, lo que complica la situación. Ayer por ejemplo, el Consejo Coordinador Empresarial informó en un comunicado que “ha planteado a las diversas secretarías y Poderes del Estado, una propuesta de medidas económicas, fiscales y administrativas que permitan sortear la etapa crítica con la menor afectación posible a la actividad productiva , el empleo y el desarrollo económico del país”. ¿Y cuáles son esas medidas? Preguntan los interesados. Pues nadie sabe. Los empresarios, no todos, parecen están molestos, enojados, decepcionados y cansados de promesas y planes de inversión (el de infraestructura y el de energía) que están atorados... y así seguirán por la crisis.
De ahí pues que mientras Alfonso Romo quiere calmar la incertidumbre económica con sus planes A,B, C…Z, y afirma que ante la recesión que viene México es un país de oportunidades para que las empresas que están cerrando en China se vengan a México, Arturo Herrera, les dice a los banqueros reunidos en su Convención que por la desaceleración económica global, el Coronavirus y la baja de los precios del petróleo, el panorama para México está complejo, cabrón, dirían otros.
Ante esta situación los observadores políticos objetivos e imparciales preguntan: ¿Podrá el “gabinete de tiliches” resolver la grave crisis sanitaria y financiera que enfrenta el país?
[nota_relacionada id=916846]
POR LUIS SOTO
LUISAGENDA@HOTMAIL.COM
@LUISSOTOAGENDA
abr