Así parece ser para la actual administración, pues una y otra vez demuestra su indolencia e indiferencia ante la brutal crecida de la violencia en contra de las mujeres.
A nivel federal, las autoridades sólo se han dedicado a evadir el tema y, cuando se le ha confrontado al respecto, recurre a culpar a figuras abstractas, como el neoliberalismo o el conservadurismo.
Como si la lucha feminista que han abanderado miles de mujeres a lo largo de la historia fuera producto de ideales conservadores, y su objeto fuera conservar el estatus por el que mucho tiempo se oprimió a la mujer.
A nivel local, las cosas van de mal en peor, pues a la incompetencia de la Fiscal se suma la de miles de servidores públicos que, pese a que en la ciudad se ha levantado una alerta por violencia contra las mujeres, poco o nada hacen por defendernos.
No ha habido una renovación en la estructura de la ahora fiscalía que nos permita tener acceso a la justicia a las mujeres.
Resulta triste saber que, en lugar de solidarizarse con la causa de las mujeres, el presidente Andrés Manuel López Obrador y la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, prefieran acusar y, de paso, revictimizar a las mujeres que, en un acto de desesperación, promovieron un movimiento pacífico, denominado #UnDíaSinNosotras, para visibilizar la importancia que tenemos las mujeres en todos los ámbitos y espacios de la vida en sociedad.
Fuera de extender la mano, el Presidente obligó a su esposa a cambiar de opinión para no apoyar el movimiento.
Y, en los hechos, los fanáticos y acarreados de la llamada 4T lanzaron un contramovimiento llamado “el nueve me mueve“, “Un día más con nosotras” y “No al paro nacional”, consignas que se oponen con la de la convocatoria del pasado 9 de marzo.
Luego de esta afrenta contra todas las mujeres, la 4T se dio cuenta de que ni todas sus granjas de bots en redes sociales, ni con el frijol con gorgojo que ha repartido a través de sus programas asistencialistas resultaron para contrarrestar el hartazgo de las mujeres.
Entonces, varias de sus funcionarias publicas, sobre todo secretarias de Estado, tuvieron que sumarse a este movimiento.
Pero, eso sí, lo hicieron no sin antes acusar de que esta movilización está orquestado por el Partido Acción Nacional y todos aquellos enemigos imaginarios que continuamente atacan al Presidente en sus conferencias matutinas.
Ante ello, como ciudadana, invito a que por convicción y desde nuestros espacios y trincheras, exijamos enérgicamente al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, acciones tangibles para que se detenga esta ola de violencia generalizada que, como he señalado, se ha ensañado en últimas fechas contra nosotras las mujeres. [nota_relacionada id=899435]
POR LORENA OSORNIO
EXCANDIDATA A LA JEFATURA DE GOBIERNO DE LA CDMX
@LOREOSORNIO
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