Tratar los asuntos que trascienden en la vida de los seres humanos, desde su existencia, patrimonio, libertad y demás valores, es una de las más grandes responsabilidades de los abogados.
Sin duda, cada profesión tiene implicaciones delicadas, ni qué decir de los ingenieros y médicos.
En el ámbito jurídico, en ocasiones, no se dimensiona lo delicado de la profesión, a pesar de que es lugar común admitir y propalar que el "cáncer" de la corrupción pulula en nuestros campos con singular generalidad y en diversas situaciones y ambientes hasta con cinismo.
Difícilmente alguien se atrevería a dudarlo. Pero existe un aspecto que incide en nuestra formación y actuación de manera decisiva y diría Mario De la Cueva “va más allá del Derecho para llegar al Derecho" y es el saberapartar o aún mejor, saber distinguir las posiciones que brotan de los sentimientos y que irradian de la pasión e impactos psicológicos que puede ubicarse en los asuntos, sobre todo cuando se trata de asuntos de la colectividad.
Al momento de abordar los temas con la óptica de la juridicidad es muy importante considerar esas pasiones, pero no juzgar con pasión.
Claro que la objetividad es trascendente pero poco común. Empero, todo profesional del Derecho debe practicarla y enarbolarla, sobre todo en temas delicados de la comunidad.
En el análisis y decisiones que se adopten, se deben ubicar los temas y fenómenos desprovisto el profesional del Derecho de interés y sentimientos íntimos y subjetivos.
¡No significa que no se consideren los aspectos pasionales, sino que se deben colocar en su dimensión e, incluso, debemos “cortar” con “bisturí” finamente cada pliegue para llegar a la realidad de la problemática y de sus rutas de solución real!
¡Qué decir del abogado en la política!
Desprenderse de aspectos ideológicos subjetivos, apetitos, fobias e intereses personales o de grupo, para actuaron pulcritud legal es un elemento trascendental en nuestra actuación.
Teoría, técnica y sentido práctico desprovisto de pasiones que pudiesen cegarnos acerca del interés público, es sólo de un gran “cirujano del Derecho”; se debeinsistir, sobre todo en la política.
Don Jesús Reyes Heroles, gran historiador, estudioso dela economía y la política, nos brinda grandes lecciones no sólo en la doctrina, sino también en la acción y nos invita a reflexionar —aplicado, desde luego, a la veta jurídica—, que “la política es pasión porque no es frivolidad, pero se ejerce con el cerebro, con ninguna otra parte del cuerpo o del alma”.
[nota_relacionada id= 905929 ]
POR ENRIQUE QUIROZ ACOSTA
ABOGADO
COLABORADOR
lctl