El ruido hace ver relevante lo intrascendente, el ruido ocupa un espacio que debería emplearse en encontrar soluciones comunes a los temas nacionales. Necesitamos restablecer prioridades y regresarle lógica al diálogo público. Qué bien cae el silencio para reordenar y reorientar la agenda, el diálogo y sobre todo la acción”.
Por Salvador Cerón
eadp
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