El nuevo régimen, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, emprendió una nueva ofensiva contra la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Este nuevo embate podría ser letal para la más antigua y prestigiada universidad en América Latina y una de las mejores del mundo.
La iniciativa presentada por el diputado de Morena, Miguel Ángel Jáuregui Montes de Oca, es un dardo envenenado que busca tomar control total de la máxima casa de estudios. Justo cuando está por renovarse la rectoría, la iniciativa pretende cambiar el método de designación del rector.
Pero no sólo eso, la 4T también quiere modificar las atribuciones de la Junta de Gobierno, los procedimientos para designar las autoridades universitarias, a los directores de facultades, de los institutos y de los centros de investigación.
Antes de este intento descarado de tomar por asalto a la UNAM, el propio presidente López Obrador envió la señal de abordaje. Permitió que pasara casi inadvertida una modificación a la fracción séptima del artículo tercero constitucional para eliminar la autonomía universitaria.
La rápida reacción del rector Graue y el apoyo e indignación de la comunidad universitaria lograron evitar el golpe. Meses más tarde, desde la mañanera, AMLO volvió al ataque cuando propuso que se elimine el examen de admisión. De inmediato, el rector rechazó esa posibilidad.
La sola idea es descabellada, financieramente es imposible.
La toma de distintos planteles universitarios y el paro de actividades en distintas facultades, mediante protestas violentas de enmascarados, la destrucción de mobiliario y equipo tienen detrás una mano no negra, sino color marrón.
Fernando Belaunzarán, uno de los principales líderes del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), encabezó uno de los movimientos estudiantiles más importantes en la UNAM a mediados de los años 80 y conoce perfectamente las entrañas de la universidad.
Él asegura que es el gobierno de López Obrador el más interesado -y beneficiado- en desestabilizar y hacerse del control de la Rectoría.
El doctor Eduardo López Betancourt, presidente del Tribunal Universitario, pone el dedo en la llaga.
En entrevista para mi noticiero matutino en El Heraldo TV (canal 10 de tv abierta, 151 de Izzi y 161 de Sky) afirmó que es Alfonso Ramírez Cuéllar, quien busca dirigir Morena, el responsable de las protestas violentas en la UNAM. Incluso, dice el Dr. López Betancourt, la 4T ya tiene hasta su candidato a rector: John Ackerman.
El rector Graue exigió a los diputados rechazar la iniciativa y que hagan público y manifiesto el respeto irrestricto a la autonomía universitaria.
¿Se atreverá el Presidente a ocupar la UNAM?
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POR ALEJANDRO CACHO
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