Fórmense muchachos que vamos a regalar las empresas paraestatales y también a terminar de regresarles los bancos que injustamente les expropiaron en 1982, fue el mensaje que Carlos Salinas de Gortari envió a los empresarios del país en 1988, con varios de los cuales existía una relación de contubernio, por no decir de chanchullos.
Treinta años después, el presidente Andrés Manuel López Obrador parece decirles a varios de esos empresarios que amasaron grandes fortunas y asistieron a la cena de Palacio Nacional el miércoles: fórmense viejitos para que le entren con su cuerno y regresen algo de lo que les dejaron esos negocios en las últimas tres décadas.
“Coopelan o cuello”, interpretan los observadores políticos quienes califican de ver-gon-zo-so, el espectáculo que brindaron quienes asistieron al pase charola. Cínicos, sinvergüenzas, timoratos y otras cosas horribles, le grita el respetable al grupo de 75 hombres de negocios que se comprometieron, sin chistar, a desembolsar varios miles de millones de pesos.
El empleado empresarial favorito de Palacio Nacional no tuvo empacho en declarar: “Celebro que lo hayan hecho a la luz del día, que todo mundo esté enterado. Estas reuniones ya se habían llevado a cabo en el pasado y siempre en lo oscurito y se les pedía dinero a algunos. Aquí fue abierto.
El que quiso lo hizo y el que no quiso no lo hizo”, subrayó. “Yo si quise ponerle una lana, porque si me hubiera negado ya no me iban a dejar entrar a palacio y tendría que tirar a la basura la alfombrita que tanto trabajo me ha costado tejer, y que en lo personal utilizo cuando me entrevisto con un par de personajes”, quiso decir el cupulero número uno del país.
Hoy, el Presidente también pide dinero a los empresarios y les promete, sólo les promete, que los va a incluir en el programa de inversiones más grande que ha tenido el país (100 mil millones de dólares), que ni ellos lo creen, pero de todos modos apechugan, algunos porque tienen miedo de que los esculquen, otros porque no quieren estar en la lista negra. López Obrador lo niega, pero cada vez se parece más a Salinas, aunque la técnica para sacarles dinero a los ricardos es diferente.
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AGENDA PREVIA: El embajador de EU México Christopher Landau les dijo a los empresarios: “Sin seguridad no puede haber crecimiento económico ni prosperidad...”. O sea que el argumento de que importa más el desarrollo que el crecimiento, que pregona la 4T, es una vacilada, pensaría cualquiera. Aquéllos, encabezados por Claudio X. González, le pidieron al diplomático que en el proceso electoral que se avecina en EU, México no sea tratado como piñata. Entrando en un proceso electoral gringo se calientan mucho los ánimos. No se atrevió a decir que el presidente Trump nos agarra con frecuencia a toallazos, perdón, tuitazos, pero pidió respeto hacia México; “que no se nos trate como una piñata durante el proceso electoral, porque precisamente somos socios, vecinos y amigos”.
[nota_relacionada id=864774]POR LUIS SOTO
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eadp