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Dándole la razón a AMLO

La simple unión PAN-PRI dará solidez a los argumentos del Presidente contra todo lo que le ha resultado redituable

OPINIÓN

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Carlos Zuñiga/ Acceso Libre/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

Dos años después de la paliza que les proporcionó Andrés Manuel López Obrador, la mejor opción que vio la oposición fue unirse en un bloque anti Morena.

El Consejo Nacional del PAN aprobó ayer aliarse con el PRI y el PRD para las elecciones intermedias. Con el voto en contra del panismo tradicional se autorizó al CEN explorar y suscribir convenios de coalición flexible o parcial con otros partidos políticos para la elección de diputados federales por el principio de mayoría relativa.

De 300 distritos en disputa, Acción Nacional encabezaría la coalición en 61, el PRI en 53 y el PRD en 44. El líder azul Marko Cortés dijo que se trata de una alianza que se “reserva el derecho de veto a impresentables, propone perfiles que no se vendan, ni se atemoricen frente al poder” y fijó como meta fortalecer a estados y municipios.

¿De cuáles impresentables hablaba Cortés? ¿Cuál será el proceso para descartar a esos impresentables? ¿Qué mensaje manda a al electorado? Muchas preguntas surgen de una decisión que no deja contentos a todos los integrantes de esos partidos  y donde los dirigentes nacionales intentan salir lo mejor parados que se pueda.

En 24 meses, los partidos políticos no supieron o no pudieron convertirse en una verdadera fuerza de oposición. Quedaron muy dañados y muy divididos. Frente a la figura del presidente que cada mañana aprovecha para achacarles todos los males que enfrenta el país, su mejor idea fue unirse, a pesar de lo contradictorio de sus ideologías. Si bien la alianza puede resultar en algunos distritos donde el sentimiento antimorenista es palpable, la simple unión dará solidez a los argumentos del presidente López Obrador contra todo lo que le ha resultado redituable políticamente hablando. El discurso de polarización tendrá más combustible y la alianza de los “conservadores corruptos” será una bandera recurrente. De hecho, en su gira de la semana pasada por Baja California ya advertía que sus adversarios buscan controlar el manejo del presupuesto público “para que no le llegue el apoyo a la gente”.

Pareciera que no revisaron bien lo que pasó en 2018 con la coalición “Por México al Frente” donde la falta de identidad confundió al electorado con resultados muy por debajo de los considerados.

El siguiente paso será encontrar a los aspirantes que puedan representar esa alianza. ¿Quiénes serán los candidatos que puedan entusiasmar a las clases medias y altas decepcionadas y enojadas con el lopezobradorismo? ¿Podrán contra todo lo que se pondrá en juego para evitar que el partido del presidente no pierda la mayoría?

En segundo término, los aliancistas dejaron las gubernaturas. De 15 en disputa, los panistas avalaron explorar alianzas en nueve, pero en realidad la coalición solo podría ser competitiva en la mitad, con estados como Sonora, San Luis Potosí o Colima. Morena lleva la delantera.

Al arrancar su tercer año de gobierno, Andrés Manuel López Obrador presumió sus números de aprobación. Un dato que irritó a sus contrincantes. Fue un mensaje para calcular lo que viene. Por lo pronto, no tuvieron más respuesta que darle la razón: la coalición PRIANRD.

POR CARLOS ZÚÑIGA
@CARLOSZUP