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#Ruta2021 comenzaron las campañas 1

El escritor Alemán, Charles Bukowski, uno de los máximos exponentes del realismo sucio, tal vez nunca imaginó que una de sus famosas frases, 'en el amor y la guerra todo se vale', quedaría incompleta. Habría que agregarle y en las campañas políticas

OPINIÓN

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Alejandro Cacho / Touché / Opinión El Heraldo De MéxicoCréditos: Foto: Especial

El pasado 23 de diciembre se concretaron las coaliciones partidistas de cara a la próxima elección. Inmediatamente después comenzó la tortura que usted y yo tenemos que aguantar, inevitablemente, en cada proceso electoral. Durante ese lapso, veremos y escucharemos una y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra vez, casi hasta el infinito, los spots de partidos y candidatos por radio y televisión. Incluso, en las redes sociales el bombardeo es aún más intenso, despiadado, y sin regulación alguna.

Son campañas, infames muchas de ellas, donde el recato, la moderación y las buenas costumbres no existen. Temporadas donde publicistas, estrategas políticos e ideólogos dan rienda suelta a su falta de pudor sin mesura alguna. Todo se vale, absolutamente todo. 

El escritor Alemán, Charles Bukowski, uno de los máximos exponentes del realismo sucio, tal vez nunca imaginó que una de sus famosas frases, en el amor y la guerra todo se vale, quedaría incompleta. Habría que agregarle y en las campañas políticas.

Ya comenzamos a ver y escuchar mensajes mentirosos, manipuladores, exagerados. Sonrisas falsas, fotos arregladas, candidat@s impecables, comprensivos, empáticos. Madres, padres, hijos, hermanos, amigos ejemplares. Trabajador@s incansables, funcionario@s intachables, probos. Adoran a los niños y abrazan a las ancianitas a la menor provocación. Entienden a los jóvenes y se comprometen con ellos. Saben de todos los temas y tienen todas las soluciones. Guap@s, sonrientes, deportistas, ¡una maravilla!

Es época de estribillos pegajosos. Algunos muy ingeniosos, hay que reconocerlo. También es tiempo de destruir canciones populares para resaltar las cualidades o la personalidad de los candidt@s. Los vemos cantar y bailar con poca gracia. O ninguna. Se muestran escuchando atentos y comprensivos a gente desesperada. Sonrisas falsas, escenas forzadas, esperanza comprada.

Hacen promesas que no cumplirán. A veces porque es imposible, pero prometer no empobrece. Es lo que la gente quiere escuchar. Y para complacerla, se vale también decir que se acabará con la violencia o la corrupción; que habrá empleos para todos, y bien pagados; que se acabará la angustia en el futuro de los jóvenes. Que las madres solteras, la niñez, los discapacitados y los ancianos no tendrán más preocupaciones. Que los empresarios podrán invertir con el apoyo del gobierno. Que habrá educación gratuita y de calidad en todos los niveles. Que la atención de la salud será una garantía universal. Que nos convertiremos en potencia mundial en un tris y que viviremos muy, pero muy felices. ¿Acaso usted no vio ya esta película? 

Pero las campañas políticas no solo son así de positivas. Nooo. Además de exaltar las cualidades propias hay que destruir a los adversarios. Pero de eso hablaré mañana, en TOUCHÉ.

POR ALEJANDRO CACHO
CACHOPERIODISTA@GMAIL.COM
@CACHOPERIODISTA