LA ENCERRONA

El camino de la alianza Federalista

La pregunta que queda en el aire es si este bloque tendrá la fuerza necesaria para hacerle frente al Presidente

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Hace unos días escribí en este espacio acerca de la Alianza Federalista y que su real intención es de corte político-electoral y su móvil, más allá de retirarse de la Federación, pasa por una renegociación del pacto fiscal, es decir, lo que solicitan de manera vehemente es mayor presupuesto para el ejercicio 2021. Ante esto, que puede parecer muy claro, la pregunta que queda en el aire es si esta Alianza, comandada por el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro (Movimiento Ciudadano), tendrá la fuerza necesaria para hacerle frente al presidente, su partido y sus aliados, de cara a la contienda electoral del siguiente año.

Y es que las exigencias de estos diez gobernadores no es algo nuevo, López Obrador se ha confrontado abiertamente con Jaime Rodríguez, El Bronco (Nuevo León), con Francisco Cabeza de Vaca (Tamaulipas), Silvano Aureoles (Michoacán), Martín Orozco (Aguascalientes), Diego Sinhue (Guanajuato), además de los otros mandatarios de los cinco estados aliancistas (Colima, Coahuila, Baja California, Chihuahua y Durango) aunque con menor intensidad, pero con quien ha tenido una disputa desde el inicio de sus encomiendas ha sido con Alfaro, con el que mantiene debates constantes en materia de presupuesto, de seguridad, de salud -primero con el Insabi- posteriormente por la fallida manera de encarar la emergencia sanitaria de la Covid-19 y ahora, por el pacto fiscal.

Es evidente que sus protestas y exigencias son legítimas y también necesarias, pero sabemos que López Obrador y la 4T no darán su brazo a torcer y no cambiará ninguna de sus estrategias y mucho menos les otorgará mayor presupuesto. Sin embargo, si su plan como oposición es bien encausado y comunicado, este bloque de 10 entidades federativas deberán de ir sumando adeptos en otros estados de la república y, sobre todo, de la sociedad civil. Esto no debería de resultar complicado puesto que la administración actual sigue tropezando en cada una de sus acciones: en seguridad el país se encuentra con las cifras más altas históricamente en homicidios dolosos, feminicidios, secuestros, etc. En el tema económico tendremos un decrecimiento de alrededor de 10 % y, el manejo de la pandemia ha sido desastroso y probablemente lleguemos a los 100 mil decesos antes de finalizar el año. Eso sin meternos a los temas de los fideicomisos, agenda medioambiental, educación, etc., donde también estamos mal.

En este sentido, Enrique Alfaro y la Alianza Federalista, deberán de emprender una oposición inteligente y responsable mediante la muestra de los datos de la situación actual del país y evitar subirse al ring de declaraciones, arena que favorece al presidente. Asimismo, se tiene que exponer fuerte y claro que hacer converger diferentes voces, acciones y pensamientos abona a que los contrapesos se lleven a cabo y explicar que la oposición al gobierno es necesaria para el fortalecimiento de la democracia.

El camino está claro para la Alianza Federalista, empero (a pesar de cómo se encuentra el país), el presidente mantiene una popularidad de más del 57 %, cifras similares al mes de enero -antes de que iniciara la pandemia-, y no será fácil llegar a consolidarse como una opción de alternativa real, ya que tendrán que alinear los temas y las agendas propias de las entidades y actores que la conforman y, sobre todo, deberán de tomar en cuenta que si alguien sabe del ejercicio de oposición en el país es López Obrador.

 

POR ADRIANA SARUR
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