En México se vive una degradación del sistema de gobierno hacia uno cada vez más autoritario que ha cruzado múltiples líneas rojas que vulneran la democracia y el estado de derecho en el país.
La construcción incipiente de una democracia con contrapesos e instituciones que tomó tres décadas de avances paulatinos hoy está dañada.La llegada al poder de López Obrador, Morena y sus partidos satélites ha perjudicado al sistema en construcción para dar un gran salto al pasado.
Este salto al pasado autoritario se conforma de nombres, formas y acciones que se creían superadas. Hoy regresaron a la escena nacional con la parafernalia de antaño, con algunas herramientas de la era digital y las mismas fórmulas que han llevado al fracaso a otros pueblos de latitudes diferentes e incluso al mexicano en el siglo pasado.
La degradación hacia el populismo autoritario-valga la redundancia-, se puede diagnosticar con acciones que cruzan líneas rojas que parecían infranqueables en nuestra democracia incipiente y que ahora superadas no detendrán el avance del autoritarismo. A continuación, algunos ejemplos por sectores:
Obras públicas. La cancelación del aeropuerto en Texcoco detuvo una obra en construcción necesaria, viable y con financiamiento asegurado por más de 200 mil millones de pesos, así como generadora de más de 45 mil empleos. Se cruzó la línea roja de la confianza de construir con el gobierno de México, al tomar la decisión por un capricho presidencial y con fundamento en una consulta ilegal.
Inversión empresarial. Se canceló la construcción de una planta cervecera en Mexicali con una inversión de más de 30 mil millones de pesos que generaría más de 4 mil empleos directos e indirectos. Otra vez una consulta con una participación de menos del cinco por ciento del listado nominal fue el vehículo para violentar el estado de derecho. Se cruzó la línea roja de la confianza para invertir en México. El país salió del Índice de los 25 países con mayor confianza de inversión extranjera desarrollado por AT Kearney.
Libertad política. Entre septiembre y octubre de 2020 se proscribió el partido político en formación México Libre. A pesar de cumplir con todos los requisitos legales para darle participación política a más de 260 mil militantes; la animadversión personal y el talante autoritario presidencial se materializó a través de consejeros electorales y magistrados que cedieron a las presiones para cerrar las puertas a un partido de oposición.
Se cruzó la línea roja del respeto a la libertad política en México.
Política social. Con diferentes estilos y áreas de oportunidad el sistema de salud mexicano venía mejorando, sin embargo, este proceso se detuvo e inició una etapa decadente con el actual gobierno que desapareció el Seguro Popular y el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos del Sistema de Protección Social en Salud. Este último contaba con 33 mil millones de pesos que quedarán a disposición y gasto discrecional del presidente, afectando a los mexicanos que no podrán tener acceso a atención de más de 60 enfermedades e intervenciones quirúrgicas como el cáncer de mama, el cáncer cervicouterino, cáncer en niños, cuidados intensivos neonatales, entre otras. Con esto, el desabasto de medicamentos para niños con cáncer y el irresponsable manejo de la estrategia contra la covid-19 se transgrede la línea roja por acciones inhumanas del gobierno.
Separación de poderes. La Suprema Corte aprobó una consulta ciudadana originalmente violatoria de la constitución y promovida por el presidente, quedando en evidencia el avance en el sometimiento del poder judicial al poder ejecutivo. Se cruzó la línea roja de separación de poderes.
Corrupción. El presidente López Obrador reconoció que su proyecto político que lo llevó a la presidencia recibió recursos ilegales a través de su hermano Pio. Con esto se confirma la institucionalización de la corrupción en su gobierno, una práctica que se le puede atribuir natural al presidente, pues desde que gobernaba el entonces Distrito Federal su secretario particular fue evidenciado de recibir, con ligas, en mano recursos ilegales. El gobierno ya cruzó la línea de la legalidad y de a decencia, para dar paso al cinismo en materia de corrupción.
Seguridad. El presidente López Obrador se entregó a la voluntad del crimen organizado al instruir la liberación de Ovidio Guzmán, hijo del Chapo Guzmán, luego de que el primero fuera detenido en un operativo en Culiacán. De esta forma el presidente impidió la extradición de Ovidio a los Estados Unidos y cruzó la línea roja de sometimiento público que ningún gobierno anterior hubiera realizado.
POR FAUSTO BARAJAS
COLABORADOR