CON H DE HACHA

El salvador de Rosario

Abandonada a su suerte por la ex administración peñista y presionada por la 4T, agotó todas las instancias judiciales en su contra

OPINIÓN

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Jorge Avilés/ Con H de hacha/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

No le quedaba de otra a Rosario Robles, la principal presa política de esta administración, le doblaron la voluntad: hablar e incriminar a otros a cambio de obtener su libertad condicional y no ser acusada de delincuencia organizada que podría dejarla el resto de su vida en la cárcel.

Rosario, ex jefa de gobierno de la Ciudad de México, ex presidenta del PRD y ex secretaria de Desarrollo Social y de Desarrollo Agrario con Peña Nieto, independientemente de su culpabilidad o no, está siendo víctima de una venganza y de una extorsión política en donde la justicia muy poco tiene que ver.

Abandonada a su suerte por la ex administración peñista y presionada por la 4T, agotó todas las instancias judiciales en su contra a modo, para tratar de obtener su libertad condicional lo que la orilló finalmente a aceptar los beneficios de esta maroma jurídica que se llama “criterio de oportunidad” para hablar de la famosa “Estafa Maestra” al son que el gobierno le toque.

Hay que recordar que Robles ha estado en la cárcel gracias a que la parte acusadora presentó una licencia de manejo falsa que el sobrino de René Bejarano y Dolores Padierna, en su calidad de juez del caso, dio por buena y que en un verdadero estado de derecho hubiese sido motivo de burla.

La hoy señalada como responsable de la “Estafa Maestra” mecanismo a través del cual se desviaron más de 5 mil millones de pesos presuntamente a campañas entre 2015 y 2018, alcanzó en todo esto, sin embargo, la indulgencia de un hombre “piadoso” que podría ser el eslabón clave en el arreglo con Rosario, quien se había negado sistemáticamente a hablar.

Se trata del hombre que fungió como secretario de Seguridad Pública del entonces gobierno del Distrito Federal cuando Rosario asumió la Jefatura de Gobierno ante la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas para asumir la candidatura presidencial, su nombre: Alejandro Gertz Manero.

Imagino una comunicación privadísima entre ambos, el hoy Fiscal General de la República y su exjefa en desgracia para ofrecerle las mejores condiciones y al mismo tiempo hacerle ver de manera generosa y amable que de negarse, tendría que proceder bajo las instrucciones de su nuevo jefe político, Andrés Manuel López Obrador.

Y es que tan desesperado como ella, al presidente le urge un nuevo informante porque literalmente Emilio Lozoya se le fugó y Emilio Zebadúa, el ex oficial mayor de Sedesol y del SEDATU bajo las órdenes de Robles, es demasiado pequeño para saciar el hambre de “combate a la corrupción” de las multitudes lopezobradoristas que ya le empiezan a exigir al gran Tlatoani de palacio nombres que tengan peso de a de veras como los de Luis Videgaray o Enrique Peña Nieto, para que sean los estandartes de la campaña del 2021, aunque todos sepamos de las escasas o nulas posibilidades de que vayan a parar a la cárcel.

POR JORGE AVILÉS
JORGEAVILESVAZQUEZ@GMAIL.COM
@CALLODEHACHA

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