TRES EN RAYA

¿Sí por México?

Buscan lograr “la más amplia coalición entre partidos políticos y sociedad civil” que ha habido en el país

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

A finales de octubre se presentó una nueva propuesta entre las organizaciones de la sociedad civil en México que aún no se sabe si será alianza, coalición o asociación para tratar de enfrentar la fuerza de Morena en las próximas elecciones del 2021.

¿Qué la diferenciará de las que se han conformado antes? ¿De otras alianzas políticas? ¿De otros partidos, mismo de Regeneración Nacional el que, siendo francos, ha cobijado de todo?

Fue hasta esta semana que invitaron a los líderes de los partidos de oposición para incorporarse. En una misma mesa estuvieron los líderes del PAN, PRI y PRD; así como Claudio X. González (terror y a la vez burla de la 4T) y Gustavo De Hoyos, además de otros conocidos miembros de las OSC.

Algo estarán haciendo bien como aglutinantes de la oposición, para que el político Andrés Manuel les dedicara parte de su mañanera del día 11 para defenestrar a dicha asociación y para que las huestes cuatroteístas se lanzaran en las redes contra la propuesta, nuevamente contra Claudio X. y, claro, contra Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, hasta hace poco organización de la sociedad civil donde Claudio fungía como presidente.

Sí por México busca lograr “la más amplia coalición entre partidos políticos y sociedad civil” que ha habido en México. Ello basado en “no estar contentos con el pasado, pero tampoco con el presente”. Y con dicho enunciado, más de uno no puede evitar preguntarse cómo es que invitaron a los partidos del pasado de México a conformarla.

Como toda nueva idea, tiene implicaciones y nuevos significados para la vida democrática de nuestro país, por lo que vale la pena analizarlos.

Por primera vez en casi dos años de gobierno se empieza a articular una alianza que tiene como objetivo común el conseguir mayor un número de votos/representaciones por votación popular que Morena. No se basa en una ideología común, tan solo en la intención/necesidad de abrir mayores espacios para la oposición frente al partido en el poder.

Estamos ante una propuesta política absolutamente pragmática que no proviene del gobierno o de los partidos en primera instancia, se origina en la sociedad civil, personalidades y hombres de negocios y, frente a ella, los partidos políticos —hasta ahora muy disminuidos— se acercan para tal vez recobrar un poco de confianza en sus candidatos.

Tiene otra ventaja que no debe pasar desapercibida. Al menos en su origen, no busca conformarse como partido político y ser una nueva sangría de egresos para la nación. Por el contrario, a diferencia de los partidos políticos existentes, trata de construir una propuesta medianamente coherente.

Pero también tiene deficiencias y serias interrogantes. Cualquier alianza debe contener a todas las fuerzas que se enfrentan al problema por el cual fue creada, dejar alguna fuera, es la primera debilidad de dicha asociación. En este caso, Movimiento Ciudadano no está incluida. Tal vez esto sea temporal y, cuando “Sí por México” tome fuerza, termine por adherirse. Pero mientras tanto, ya muestra una fractura.

Otra: es de sobra conocido que los líderes de los partidos políticos no tienen palabra, tan solo intereses. Sí ponderan que en algún lugar de la República tienen mejores probabilidades de ganar solos que yendo en conjunto, abandonarán este proyecto.

No solo eso, no se olvide que una cadena es tan fuerte como el eslabón más débil. Y lo mismo sucede en este tipo de asociaciones, donde, además, no hay ninguna acción punitiva para quien no cumpla con los acuerdos (la mala fama nunca ha sido castigo para los políticos). Por ende, la probabilidad de rompimiento o abuso es fuerte.

Así, las posibilidades de supervivencia de Sí por México dado sus socios políticos muy disímbolos en ideología, no son muy elevadas. Ya sea que cada quien utilice la plataforma para lanzar a sus “mejores candidatos” y no en coalición, o bien porque una vez llegados a posiciones por el voto popular, olviden la unión por la cual llegaron y solo quieran gobernar/legislar con la ideología de su instituto político.

Pero más allá de estar a favor o en contra de Sí por México, hay algo que sí ayudará a la democracia en nuestro país: la propuesta de poder dialogar de forma más cercana entre la ciudadanía y los partidos políticos. El aceptar que sí hubo errores en el pasado como los hay en el presente, y que lo que se busca es salir de ellos y empezar a construir un México donde se pueda volver a disentir sin que ello sea sinónimo de rechazo o sabotaje. Es en ese sentido que se debe observar lo que sucede en este nuevo laboratorio de ideas, para con ello fortalecer nuestra democracia.

 

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM