¡Abran las puertas, señores! Las alianzas para contener la fuerza electoral de Andrés Manuel López Obrador se están cocinando. Será un juego de vencidas para evitar que aplaste de nuevo a la oposición con el argumento de que es necesario afianzar los cimientos de la Cuarta Transformación.
Será una guerra donde el General López Obrador tendrá cuatro frentes de batalla principales. 1) las 15 gubernaturas 2) los 500 diputados federales 3) las presidencias municipales y 4) los congresos estatales.
En el primer frente, los números le dan hoy buenas posibilidades de ganar cuando menos 10 gubernaturas, siendo muy conservador: Baja California, Baja California Sur, San Luis Potosí, Zacatecas, Nayarit, Colima, Michoacán, Tlaxcala, Guerrero y Campeche. Probables, aunque habrá que batallar, Sonora y Sinaloa. Muy competidas, Nuevo León y Chihuahua. Querétaro parece perdida.
En las 500 diputaciones, la batalla será durísima. De ella dependerá mantener la aplanadora en San Lázaro y la viabilidad de los designios presidenciales. Si gana la mayoría, podrá ignorar a la oposición. Si la pierde, necesitará dialogar, hacer política.
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Los otros dos frentes, el de las presidencias municipales y los congresos estatales también son muy importantes, aunque influirá la mala evaluación de los gobiernos locales de Morena. Ganarlos representará no sólo seguir mermando a la oposición, sino ampliar la presencia de la 4T por regiones. Las presidencias municipales se convertirían en operadoras de programas sociales. Literalmente, crecer calle por calle, casa por casa. Los congresos estatales, por su parte, son la llave de paso para aprobar los cambios a la Constitución que quiere imponer López Obrador. Y construir así, una autopista de cara a la elección presidencial de 2024.
Como quiera que se vea, hoy se puede pronosticar que el PRI será el gran perdedor de la próxima elección intermedia y Morena se levantará como el ganador. Habremos de ver de qué está hecho el Partido Acción Nacional y su capacidad de negociación.
Por lo pronto, se cocinan alianzas opositoras en Sonora, San Luis Potosí y Guerrero. En Sonora, Ernesto El Borrego Gándara renunció al PRI para ser candidato a gobernador por una alianza que incluye al PAN y PRD. Falta ver si contará con el apoyo de Manlio Fabio Beltrones y toda su influencia, que incluye a la gobernadora Claudia Pavlovich.
En San Luis Potosí, ayer cerró el plazo para registrar las alianzas ante la autoridad electoral del estado. Van juntos PAN, PRI y PRD por la gubernatura. El candidato se elegirá por encuesta. Suenan el ex senador Octavio Pedroza y el alcalde de la capital, Javier Nava.
En Guerrero también van juntos PAN, PRI y PRD. El candidato saldrá de una encuesta. Seguramente no serán las únicas alianzas opositoras y Morena también irá en conjunto con sus incondicionales en algunas elecciones. Por lo pronto, Lopez Obrador reaccionó y traspasó la raya de lo que debería ser su posición frente a la elección. Eso lo hablaremos en el próximo TOUCHÉ.
POR ALEJANDRO CACHO
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