A dos semanas de la emergencia por las lluvias torrenciales y el paso de la tormenta tropical Eta en Tabasco, ni la población local, ni nacional, ni el Estado mexicano tenemos información clara y precisa de Conagua sobre el manejo de las presas en el sureste mexicano, cuyo desbordamiento ha dejado más de 185 mil damnificados en el estado de López Obrador, Chiapas y Veracruz.
Este vacío de datos duros, ha provocado un choque político entre integrantes de la 4T. La pelea y burlas entre el equipo lopezobradorista ocurre frente a la desgracia de las familias que se quedaron sin casa y que siguen sin recibir ayuda, y otras más que están en riesgo latente.
La última noticia que se tuvo de Blanca Elena Jiménez Cisneros, titular de Conagua, fue el 22 de octubre, para hablar de los acuerdos entre México y EU por el Tratado Internacional de Aguas de 1944 para compartir el líquido de los ríos Bravo y Colorado en la frontera norte de nuestro país. Sin embargo, desde que Tabasco empezó a ser azotado por las lluvias de finales de octubre, la funcionaria debe una explicación sobre cuántos desfogues de la presa Peñitas se han dado, principalmente, y a cuántos metros cúbicos por segundo aumentó el nivel, así como el resultado de las reuniones del Comité Nacional de las Grandes Presas, que se reúnen cada semana, entre otros datos.
Entre las partes que integran este comité, además de la Conagua, eje rector de dicho grupo, están varias dependencias como la Secretaría de Agricultura, la CFE, la Gerencia de Asuntos Fronterizos y Pemex, entre otras. Además, colaboran un grupo de expertos de las universidades importantes del país: la Universidad de las Américas Puebla, la Universidad Autónoma Metropolitana y la Universidad Nacional Autónoma de México, quienes con su experiencia hacen recomendaciones.
El manejo de las presas en época de lluvia es bastante complejo. Por eso requiere del mejor conocimiento posible para tomar las decisiones más acertadas, sobre todo en circunstancias como las que frecuentemente vive Tabasco y otras entidades del país, ya sean inundaciones, exceso de agua en el sur y sequías en el norte. Ante esta situación resulta simplista culpar directamente a la CFE. Sin embargo, ante la invisibilidad de Blanca Jiménez, se han suscitado los gritos y sombrerazos entre Manuel Bartlett, a cargo de dicha comisión, y Adán Augusto López, gobernador tabasqueño.
En plática off the record de éste reportero con un ex titular de la CFE, de un partido diferente a Morena y cuya administración enfrentó severas crisis por las lluvias, dijo que no pretende defender a Bartlett ni exculparlo de sus responsabilidades, porque eso le corresponde al gobierno, pero por su experiencia, no se debe buscar un solo responsable de la desgracia. Este punto ha sido opacado y borrado de las mesas de análisis por asuntos de intereses partidistas.
La desinformación generada en torno a las lluvias, el manejo de las presas rebosantes e inundaciones en el sureste tiene un protagonista y artífice que impide, desde el punto de vista técnico, entender el tema sin pasiones: como líder opositor cada que visitaba Tabasco, López Obrador generó una narrativa de buscar como culpable directa a la CFE y ahora en el poder, su propia versión lo ha alcanzado, volviéndose ésta una especie de harakiri para el tabasqueño en su propia tierra.
Sus paisanos, mientras tanto, no encontraron apoyo el día que más necesitaron de él, y después de 18 años de lucha incansable para llegar al poder, a pesar de que siempre presumió recorrer por tierra su estado y todo país, ni siquiera apapachos hubo. Esta vez Andrés Manuel optó por subirse a un helicóptero para luego volver a la Ciudad de México.
Viendo el bosque completo y no sólo el árbol, las inundaciones que constantemente alcanzan a la población tiene también otros elementos, como el desarrollo de comunidades urbanas en zonas inhabitables, impedidas por el uso de suelo, o sea, en asentamientos irregulares. El territorio recupera su memoria ante el desbordamiento de las presas y el exceso de las lluvias torrenciales y otros fenómenos meteorológicos.
Toquemos madera, pero, si bien, estamos llegando al final de la temporada de huracanes, no pueden descartarse nuevas lluvias, tormentas, trombas o diluvios que pondrían en riesgo a la ciudad de Villahermosa, su centro económico y financiero, lo cual podría agravar la tragedia de Tabasco.
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Uppercut: El INE alista una regulación para exigir a diputados federales la separación del cargo en caso de buscar la reelección. Ya verá el lío en que van a entrar los partidos políticos.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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