COLUMNA INVITADA

Un paraíso más para la delincuencia organizada

A Ensenada llegan también los visitantes para disfrutar los deliciosos mariscos obtenidos en el arrecife, gracias a los pescadores ribereños autorizados para realizar la pesca con prácticas sustentables que les permite proteger el medio

OPINIÓN

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Marco Antonio Ortiz Salas / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

En memoria de Diego Antonio Jiménez Aguilar

 

Alegres o tristes salen de Ensenada
Los barcos pesqueros que van a buscar
Las preciadas piezas que a veces encuentran
Ya que otros encuentran la muerte en el mar
Adios al Sauzal, tambien San Miguel
Se despide triste nuestro timonel
Dejando a su novia por irse a pescar
La dejo llorando a la orilla del mar.

San Carlos Kachigi es un campo pesquero inmerso en una pequeña villa del norte del Pacífico en Baja California, al que se puede acceder por el Rosario tras dos horas y media de terracería; más al norte se encuentra Ensenada. Ese paraíso para surfear o hacer windsurf, que, no obstante de no contar con grandes hoteles ni bares como otros destinos de playa de nuestro México, si permite disfrutar de la naturaleza y los deportes extremos. Qué decir del verano donde se tiene el cien por ciento de olas perfectas de uno a tres metros de altura, ideales para los deportistas que buscan los vientos que vienen del sur y que son ideales para el windsurf.

A Ensenada llegan también los visitantes para disfrutar los deliciosos mariscos obtenidos en el arrecife, gracias a los pescadores ribereños autorizados para realizar la pesca con prácticas sustentables que les permite proteger el medio. Pero eso en menor escala, pues la preciada pesca y/o captura de algunas especies como la langosta o el erizo, se convirtieron en verdaderos manjares cotizados de manera elevada en el mercado asiático. Bonanza que encaminó a los pescadores de esta zona a organizarse en cooperativas para que el beneficio y la prosperidad fueran para todas las familias, procurando siempre mantener un servicio de calidad y responsabilidad para los visitantes

Este tipo de pesca sana y sustentable, ha demandado el ordenamiento de la zona pesquera de acuerdo al tipo de recurso a manera de facilitar el desarrollo, control y manejo diferenciado de los recursos que, sin duda, vienen propiciando desde hace varios años, una mejoría en las condiciones de vida de las comunidades involucradas. En San Carlos Kachigi, como Mortero de Leyva y otros campos pesqueros, los pescadores entendieron que sólo a través de la lucha organizada mediante cooperativas, podrían orientar su trabajo de tal manera que la autorregulación, permitiera mapear las áreas de captura de especies, así como definir la temporalidad y profundidad de captura, entre otros. Es decir, ellos son quiénes mejor conocen sus áreas de trabajo para proteger sus productos, apegados al mínimo sentido de autosustentabilidad. Esa lucha organizada se incorporó a la CODUC como una colectividad favorable y positiva, congruente con sus motivaciones de trabajar por la gente cuidando su actividad y priorizándola sin depredar la ecología.

En verdad este lugar es un paraíso para originarios y visitantes que por desgracia, durante los últimos años, su brillo se fue nublando por la aparición de grupos delincuenciales que, bajo la protección de instituciones de gobierno, comenzaron a depredar, controlar y amedrentar a los pescadores organizados

Estos niveles de corrupción implican a la Sociedad Cooperativa Ensenada, que desde hace más de 20 años se ha instalado en esta zona, sin contar con las autorizaciones de extracción que emite la CONAPESCA, amedrentando y extorsionando a los trabajadores ribereños, con el fin de apropiarse ilegalmente de un territorio y de una actividad que ha sido el sustento de cientos de familias. Lo más terrible de este caso es que durante los últimos dos sexenios, esta cooperativa ha sido protegida por los gobernadores panistas. Situación de la que hacen el alarde más vulgar que no encuentra reparo alguno. En agosto de 2020 se denunciaron ante el actual gobernador y el entonces Secretario de Seguridad Pública, los ataques y amenazas que perpetraron estos delincuentes quiénes agredieron y balearon a los pescadores de la CODUC con la intensión de desalojarlos de su zona de pesca. Los hechos pasaron a algún archivo y no hubo ningún detenido por tal evento, sin embargo se volvió a alertar a las autoridades sobre estos hechos, sin que se realizara ninguna acción o siquiera una investigación contra la Sociedad Cooperativa Ensenada o contra la empresa de seguridad “crecimiento Jalisco

El pasado 3 de noviembre, esta sociedad cooperativa, volvió a agredir a los pescadores ribereños asesinando a nuestro dirigente Diego Jiménez Aguilar, lo que convierte en un absurdo escuchar a diario al presidente de la república hablar de justicia y combate a la corrupción, afirmando que esas son acciones de gobiernos pasados, cuando es evidente la forma en que los grupos delincuenciales siguen siendo quiénes controlan a las autoridades de seguridad y de gobierno, al menos en el estado de Baja California.

¿Hasta cuando lograremos contar con un Estado libre de la delincuencia organizada? ¿Qué debemos hacer como movimiento campesino y pesquero para que las denuncias sean escuchadas? Los paraísos naturales de nuestro país no pueden seguir siendo controlados por asesinos y delincuentes. Ensenada no puede ser un paraíso más para la delincuencia organizada. Las familias de trabajadores, campesinos, pescadores, transportistas y todos los ciudadanos, debemos tener la certeza de que cada mañana que saldremos a realizar nuestras labores, regresaremos a casa con el recurso para nuestro sustento, seguros y en paz. 

Sólo existen dos formas de hacer justicia por la muerte de nuestro compañero: En el esclarecimiento de los hechos, el castigo a los autores intelectuales y materiales por una parte, pero, por encima de esto, en que el gobierno de López Obrador entienda de una vez por todas que sus enemigos reales no están en las organizaciones campesinas sino en la mafia del poder que sin duda sigue enquistada en su gobierno. 

¡Hasta encontrar justicia querido Diego Jiménez!

 

POR MARCO ANTONIO ORTIZ SALAS
*SECRETARIO GENERAL DE LA COALICIÓN DE ORGANIZACIONES DEMOCRÁTICAS, URBANAS Y CAMPESINAS, CODUC A.C.