Un Montón de plata

El etiquetado de Gatell fracasó

Él sentenció que la responsabilidad era de las grandes empresas y del modelo económico que les privilegió

El etiquetado de Gatell fracasó
Carlos Mota / Un Montón de Plata / Opinión El Heraldo de México Foto: FOTO: Especial

Si el subsecretario de Salud Hugo López- Gatell hubiese tenido la razón y las bebidas embotelladas y los alimentos industrializados eran los responsables de la obesidad y diabetes del país, el nuevo etiquetado de polígonos negros que alertan a la población sobre el exceso de calorías, azúcares, grasas y sodio habría sido suficiente para que en menos de un año la población mexicana se tornara saludable. 

Gatell nunca quiso escuchar a la industria, que le decía que el problema era multifactorial. Él sentenció que la responsabilidad era de las grandes empresas y del modelo económico que les privilegió. 

Pero esta semana ya reconoció que lo que resta de este sexenio no será suficiente para terminar con la epidemia: “en cuatro años desafortunadamente, por más que queremos, no se puede revertir un deterioro tan grande en la salud en general de la población en México”. ¿Entonces el problema no era la mercadotecnia seductora y engañosa para envenenar a la población buscando únicamente utilidades? Si el etiquetado quedó como él quiso y si eso explicaba la epidemia, la gente ya debería estar desistiendo de comprar esos productos supuestamente venenosos que no son alimento, según él. 

Pero fracasó. Los expertos en nutrición afirman que es perfectamente alcanzable que una persona con obesidad y/o sobrepeso baje, en promedio, medio kilogramo a la semana al cambiar sus hábitos. Siendo así, y si Gatell hubiese tenido razón, el nuevo etiquetado serviría para contener la ingesta de alimentos “chatarra” y hacer que en ocho meses cada mexicano con malos hábitos bajara hasta 16 kilos. O 10 kilos en cinco meses, o 24 kilos en un año. Y con esas cuentas, en menos de un año, meteríamos a una gran proporción de la población a su talla y peso adecuados. 

Pero todo fue mentira. El problema no eran los productos procesados, y Gatell implícitamente lo reconoció, admitiendo que ni en cuatro años se revertirá la obesidad de los mexicanos. 

¿Entonces el problema nunca fueron las empresas y sus productos? ¿no bastaba con imponerles el nuevo etiquetado? ¿no debería estar bajando cada mexicano desde octubre dos kilos al mes porque observa esos polígonos negros que Gatell quiso imponer? El nuevo etiquetado es un rotundo fracaso. Ese no era el problema; nunca lo fue. 

El patético diagnóstico de la obesidad mexicana que hizo el actual gobierno debe reconocerse; y el etiquetado nuevo debe eliminarse. Ya reconocieron que ni cuatro años les alcanzarán con su equivocada política de salud para resolver el problema. 

ALGODÓN 

El presidente nacional del Sistema Producto de Algodón Raúl Treviño está alertando que la falta de permisos para disponer de las semillas de algodón biotecnológico está poniendo en riesgo al sector algodonero del país, al grado de que podría desaparecer. Otra genialidad de la 4T.

POR CARLOS MOTA
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