En enero de 2019, el presidente López Obrador prometió que para 2021 México tendría un sistema de salud de alta calidad como lo tienen países de Canadá, Reino Unido o Dinamarca. Si el presidente está trabajando para mejorar el sistema de salud mexicano, se puede considerar como asintomático; no hay evidencia de que esté avanzando.
Por el contrario, el deterioro del sector salud es evidente y la situación se agrava en el contexto de la pandemia. A continuación, algunos ejemplos:
Deterioro de la Infraestructura. La construcción de unidades de consulta externa, así como la construcción y remodelación de hospitales generales y de especialidad son la columna vertebral de la infraestructura hospitalaria. En el sexenio del presidente Calderón se construyeron en promedio anual 378 clínicas y hospitales; en el Sexenio del presidente Peña 209 cada año y con el presidente López Obrador solo 25. En otras palabras, el presidente López Obrador construye solo siete por ciento de lo que construía Calderón.
Ocurrencias sin presupuesto. Una de las diferencias entre las ocurrencias y los objetivos que se alcanzan está en el presupuesto que se les dedican. Tener un sistema de salud de primer mundo requiere de un presupuesto amplio, mientras que países como Dinamarca, Canadá o Reino Unido destinan alrededor del diez por ciento de su PIB, el gobierno de México destina menos del tres por ciento de este. En contrasentido a lo prometido por el presidente López Obrador, en 2019 el gobierno redujo el gasto en salud en 1.6 por ciento en términos reales, monto equivalente a casi 10 mil millones de pesos.
Desaparición del seguro popular. El seguro popular fomentaba la atención oportuna de la salud y buscaba reducir el riesgo de empobrecimiento de las familias porque uno de sus miembros enfermara. La desaparición del seguro popular dejó sin cobertura a 53 millones de mexicanos que ya no tendrán la posibilidad de acceso a 300 intervenciones médicas y más de 600 claves de medicamentos que cubría el seguro popular. Algunos de los logros que se le atribuyen al Seguro Popular fue que entre 2007 y 2012 redujo la mortalidad de niños por leucemia, originalmente morían 7 de cada 10 que la padecían y se logró dar la vuelta al indicador con una sobrevivencia de 7 de cada 10. El INSABI se ha manejado como un intento de sustituto del seguro popular, sin embargo, sigue siendo una idea en construcción y con viabilidad económica cuestionable.
Deterioro de indicadores. La llegada del presidente López Obrador con sus recortes e impericia en el sector salud dejaron sin presupuesto a varios hospitales a lo largo de 2019, a los niños con cáncer sin medicamentos y a muchos médicos sin sueldo. Mientras el presidente destinaba más de mil millones de pesos para la compra de dos estadios de beisbol en Sonora, les pedía a los médicos que ellos compraran los medicamentos de sus pacientes. Estas medidas en conjunto con otras malas decisiones y errores de implementación deterioraron algunos indicadores en el sector. La cobertura de vacunación para niños de un año pasó de 88.9 por ciento en 2018 a 79.7 por ciento en 2019 y se prevé que descienda a 78.2 en 2020. Por primera vez desde que se tiene registro, hubo una contracción en el número de enfermeras en el sector público al pasar de más de 316 mil a 315 mil.
El número de mastografías realizadas pasó de 2.5 millones en 2018 a 1.6 millones en 2019, más de 850 mil mujeres no tuvieron acceso a este servicio. La la tasa de mortalidad por cáncer de mama se incrementó, al pasar de 19.5 por cada 100 mil mujeres en 2018 a 19.9 en 2019 y se prevé que en 2020 se alcance una mortalidad de 20.3.
La falta de compra de insecticida con motivo de la falsa austeridad disparó casi 450 por ciento el número de casos de fiebre por dengue en el país, al pasar de menos de 26 mil casos en 2018 a más de 142 mil casos en 2019.
Apropiación del fondo de gastos catastróficos. El 28 de octubre los diputados de Morena aprobaron que el ejecutivo a través de la Secretaría de Hacienda pueda disponer discrecionalmente de los 33 mil millones de pesos que durante años se acumularon en el Fondo de Gastos Catastróficos. Con esto se busca dar viabilidad a la agenda política presidencial, pero se comprometen la salud y las vidas de los mexicanos que se hubieran podido atender con los recursos de este fondo.
Coronavirus. La mala atención a la pandemia ha convertido a México en el país con mayor mortalidad de profesionales de la salud. Con falta de pruebas y con cifras subestimadas, México se acerca al millón de contagiados y a los cien mil muertos.
POR FAUSTO BARAJAS
COLABORADOR