En política, lo que parece, es. El gobierno federal ha demostrado una y otra vez que su urgencia son los temas electorales para conservar el poder. En el diseño de sus estrategias no existe conciencia sobre los grandes problemas nacionales que tanto lastiman a las familias mexicanas, su lógica es gastar en una clientela que sea persuadida por las transferencias “generosas” de dinero por parte de la cúspide de la administración pública federal.
En el proceso de toma de decisiones de la autodenominada 4T, el ensanchamiento de los beneficiarios de sus programas sociales, no tienen el propósito de que sean una palanca para superar las condiciones de vulnerabilidad, sino que alientan la posibilidad de una corrupta persuasión para así, en consecuencia, consolidar una clientela electoral.
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El Presidente López tiene planeado que los diputados federales aliados de su causa, confirmen legalmente la extinción de fideicomisos dirigidos al financiamiento de la creación e investigación en materias como la cultura, el cine, la ciencia, el deporte y también lo relacionado la atención a víctimas y emergencias por eventos catastróficos.
En la realidad fantasiosa de MORENA, no son necesarios los subsidios inteligentes para becas, la inversión en investigaciones científicas, alentar el talento deportivo y contar con dinero para amortiguar los efectos de las catástrofes. Lo único que vale es la dádiva con la expectativa de capitalizarla electoralmente.
Se ha pretextado que todo el dinero de los fideicomisos se usa para fines corruptos, sin embargo aunque la lógica jurídica indica que deberían presentarse denuncias para esclarecer los supuestos despilfarros y castigar a los presuntos infractores, se maneja esta retórica imprecisa por genérica, puesto que no hay un señalamiento claro a individuos en particular.
Al anular los fideicomisos, esos recursos también serán usados en elefantes blancos que no contribuirán a la riqueza nacional. Los efectos del gasto improductivo del actual gobierno tienen una poderosa caja de resonancia; porque el país está inmerso en una cuádruple crisis sanitaria, económica, social y de seguridad.
La realidad subterránea detrás de la anulación de los fideicomisos es que el gobierno se está quedando sin recursos para seguir costeando sus programas clientelares, el dinero está por agotarse y por ello necesitan disponer de esa bolsa de varios miles de millones de pesos, sin importarles las consecuencias de su proselitismo permanente. Por ello debe de reconocerse la actitud de los legisladores del PRI y en general de todas las bancadas de oposición que se han manifestado en contra de este severo golpe a los mexicanos por parte de los morenistas y sus aliados.
Consummatum: Alejandro Moreno lamentó que se insista en trastocar los recursos que actualmente nutren el fondo de gastos catastróficos de salud, cuando es evidente que no se ha respondido oportunamente a los niños y mujeres que padecen cáncer, con los medicamentos, tratamientos o estudios que necesitan. El Presidente del PRI, ha sido enfático en los daños que provocará la extinción de fideicomisos por parte de MORENA y sus aliados.
POR LORENA PIÑÓN RIVERA
SECRETARIA NACIONAL DE GESTIÓN SOCIAL DEL PRI
@LORENAPIGNON_
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