OPINIÓN EL HERALDO DE MÉXICO

Las incertidumbres

A cinco días de la elección presidencial en Estados Unidos, la incertidumbre flota en el ambiente

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Verónica Ortiz/ Ventana Política/ Opìnión El Heraldo de México Créditos: Especial

Si bien los pronósticos dan consistentemente la ventaja a Joe Biden sobre Donald Trump, el fantasma del 2016 obliga a contener festejos anticipados. Como sucedió hace 4 años, parece seguro que el demócrata se llevará el voto popular, pero la cautela se impone en cuanto al número de votos electorales que logre afianzar.

A la lógica incertidumbre sobre el ganador hay que añadirle la demora de los resultados y de cuándo se conocerán los números finales. La masiva participación anticipada ya rebasó los 71 millones de votos emitidos, tanto en persona como por correo. El problema es que en algunos estados estos sufragios seguirán llegando o podrán contabilizarse hasta después de la elección. Previsiblemente, el vacío de información será llenado por declaraciones de victoria adelantada y litigios que buscarán anular votaciones por correo. El escenario puede llegar al extremo de no conocer al vencedor hasta semanas después. 

Una vez conocidos los resultados, habrá nuevas certezas e incertidumbres. 
La recuperación económica del tercer trimestre favorece a Trump y, sin embargo, la volatilidad de los mercados refleja dudas sobre su reelección. Quizá más pronto que tarde, la potente economía norteamericana saldrá de la recesión. Pero esa no es la única crisis. ¿Qué pasará con la gestión de la pandemia? Esta semana, Estados Unidos llegará a 9 millones de contagiados y 230 mil muertes. Además de Nueva York, las cifras mayores se concentran en California, Texas y Florida. Curiosamente, los mismos estados que han roto récord de votación temprana. Ante el desdén de Trump y la llegada del rebrote que está viviendo Europa, ¿seguirán acumulándose enfermos y fallecidos? Y también está la crisis social. ¿Resistirán los estadounidenses cuatro años más de polarización, confrontación y división?

El potencial triunfo de Biden abre otras incógnitas. El encono social no cesará de manera automática, al tiempo que las expectativas podrían desbordarse. Si, como dice Arturo Sarukhan, Trump es el síntoma de una enfermedad mayor, la realidad es que el padecimiento sólo se ha agravado en estos cuatro años. ¿Qué tanta capacidad y en cuánto tiempo podría el presidente Biden atemperar una sociedad fracturada y un país conflictuado adentro y aislado afuera?

Hay incertidumbre sobre el propio sistema electoral si la divergencia entre voto popular y voto electoral se acentúa, si Donald Trump se rehúsa a admitir su derrota, o si la elección termina decidiéndose en la Suprema Corte como ocurrió en el 2000. 

La suerte de la democracia norteamericana se encuentra en la boleta. Si los votantes deciden reelegir a Trump, se confirmarán dos amenazas. La del populismo que busca anular instituciones y contrapesos. Y la incapacidad de entender la enorme responsabilidad doméstica y global que trae aparejada el más alto cargo de ese país.


POR VERÓNICA ORTIZ
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