En 1994, Quentin Tarantino estrenó su famosa Pulp Fiction que, en Latinoamérica, tradujeron irrespetuosamente como Tiempos violentos. Hoy, sentado ante mi laptop, pensando en el título adecuado para esta columna, sólo se me ocurre pensar que tiempos violentos son, precisamente, los que el turismo del país está atravesando.
A principios de febrero de este año, cuando regresábamos de Madrid después de asistir a FITUR, el sentimiento general era que 2020 sería, razonablemente, un buen año para el sector.
Ya sabíamos que no había Consejo de Promoción Turística, ni recursos federales que apoyaran la imagen del país en el exterior; el Tren Maya era una incógnita y el nuevo aeropuerto estaba en proceso de vender sus activos como chatarra*; sabíamos, también, que el año sería de gran austeridad y que obligaba a pensar en ser muy modestos en las expectativas.
Aun así, 2020 se veía con optimismo.
Ese mismo mes, se diagnosticó el primer caso de Covid-19 en México y, de allí en adelante, comenzaron las malas noticias. Muchos, entre quienes me incluyo, pensamos que sería un fenómeno controlable y que en unos meses regresaríamos a la normalidad. Nos atrevíamos a imaginar un verano en plena recuperación. No fue así.
Estamos ahora, a principios del mes de noviembre, con hoteles al 30% o 60% de capacidad máxima autorizada y, aun así, sólo algunos destinos de playa pueden apenas lograr esas ocupaciones. Las aerolíneas nacionales están en procesos –en algunos casos, desesperados–, de conseguir apoyos financieros que les permitan su sobrevivencia. Las cajas, tanto de los hoteles como de las aerolíneas, están muy lastimadas y hemos visto cómo miles y miles de empleos se han perdido mientras la capacidad adquisitiva del consumidor se desploma ante el dramático escenario mundial.
¿Cuándo saldremos de esta situación? Idealmente, cuando tengamos una vacuna suficientemente probada e inoculada a un volumen suficientemente amplio de la población que nos garantice inmunidad. Las últimas noticias nos hacen pensar que todavía estaremos una buena cantidad de meses en espera.
El World Tour and Travel Council (WTTC), dirigido por la mexicana Gloria Guevara, está en campaña promoviendo que las aerolíneas puedan aplicar test rápidos, efectivos y costeables en las zonas de embarque. Del mismo modo, el emblema Safe Travels del WTTC, ha sido otorgado a destinos y organizaciones que cumplen con los principios de sanidad y limpieza para garantizar la tranquilidad y seguridad de los turistas.
Como contrapartida, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos emitió un Aviso de Salud de Viaje de nivel 3 para México debido al Covid-19 y sugieren evitar visitas no esenciales. El nombre del juego será, ahora, “construir confianza en el viajero”, apuntalando que aviones y hoteles han sido suficientemente inspeccionados para evitar cualquier tipo de riesgo.
Aun así, Cancún recibe más de 130 vuelos diarios y se vislumbra una buena oportunidad para destinos de naturaleza y aventura, así como para los destinos de playa. El nuevo viajero quiere disfrutar espacios abiertos, en donde pueda respirar aire fresco y realizar actividades en contacto con la naturaleza.
Tiempos violentos son, pues, los que estamos viviendo. Y el desenlace de la historia todavía está muy lejos.
*Por cierto, y como dato anecdótico, hace una semana, precisamente el 20 de octubre, debió haberse inaugurado la primera etapa del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que habría de tener una capacidad de operación para 70 millones de pasajeros anual
POR ROBERTO GAUDELLI
@ROBERTOGAUDELLI