TOUCHÉ

Luto por el covid

Hoy, aprovechando los Días de Muertos, el Presidente plantea tres días de luto nacional, pero se niega a usar cubrebocas.

OPINIÓN

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Alejandro Cacho / Touché / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

90 mil muertos después, el presidente López Obrador decretará tres días de luto nacional.

México tuvo la oportunidad de prepararse para enfrentar la pandemia más letal del último siglo, pero no lo hicimos. El gobierno desestimó la fuerza del coronavirus desde el primer día.

El 27 de febrero, cuando se registró el primer caso en México y los reporteros le preguntaron qué haría su gobierno. López Obrador dijo en su conferencia mañanera: tenemos que atender el asunto, pero no exagerar.

Eran los primeros días, la información cambiaba hora tras hora y la desinformación era enorme. Pero el coronavirus ya mostraba su letalidad en Asia y Europa. Aquí, el presidente insistía en su visión de un país feliz, feliz, feliz y aseguraba (28 de febrero) que el virus ni siquiera es equivalente al de la influenza.

Los científicos alertaban que los contagios se producían a través de la saliva y el contacto directo con personas infectadas. Era imperativo el constante lavado de manos, no tocarse la cara y mantener distancia con los demás. Pero aquí, López Obrador tenía otros datos. Hay que abrazarse, no pasa nada, dijo el 4 de marzo. El fin de semana siguiente, de gira por Oaxaca, invitó a salir a pasear con la familia cuando millones ya estaban confinados en China y Europa y se comenzaba a hablar de esa posibilidad en México.

Era momento de dar un paso al frente, reunir a los científicos, evaluar las evidencias y experiencias en el mundo y trazar una estrategia. En lugar de eso, se recurrió a la esperanza y la fe. Yo deseo con toda mi alma que no nos afecte el coronavirus, dijo el 16 de marzo. Y cómo olvidar el 18 de marzo, cuando dijo: en el caso del agravamiento de la crisis, el escudo protector es el detende. Detente enemigo, que el corazón de Jesús está conmigo.

Cuando México tenía los primeros 50 muertos por Covid (2 de abril), López Obrador dijo que nos vino esto (la pandemia) como anillo al dedo.

Se aproximaba la Semana Santa y se suspendieron clases. El presidente obligo al abyecto Hugo López-Gatell a decir que se reabriría todo terminando las vacaciones, el 20 de abril. Eso no pasó, pero AMLO ya hablaba de que se domó la pandemia. El 26 de mayo, con 7,633 muertos, López Obrador aseguró ya vamos de salida.

Podría seguir enumerando cifra de mexicanos muertos por Covid y declaraciones triunfalistas, engañosas o irreales del presidente. Incluso, dijo que México estaba dando ejemplo mundial por su manejo de la pandemia y que su equipo de expertos, López-Gatell y compañía, eran la envidia de otros países.

Todavía el 22 de septiembre, con más de 74 mil muertos, aseguró que va a la baja esta terrible pandemia. Así, el coronavirus pasó de ser un problema menor en marzo, a una terrible pandemia 7 meses después.

Hoy, aprovechando los Días de Muertos, plantea tres días de luto nacional, pero se niega a usar cubrebocas. Montará una ofrenda en Palacio Nacional dedicada a las víctimas del coronavirus, justo cuando hay un repunte de contagios y se debe hacer lo contrario: evitar las concentraciones de personas.

POR ALEJANDRO CACHO
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@CACHOPERIODISTA