El “despelucadero” en la Secretaría de Seguridad y en Relaciones Exteriores está a todo lo que da.
Unos porque quieren que el sucesor de Alfonso Durazo surja de su propio equipo: ya sea el propio subsecretario Ricardo Mejía Berdeja (a quien ayer elogió Marcelo Ebrard en la mañanera), o el general Audomaro Martínez, director del Centro Nacional de Inteligencia (a quien Durazo aludió antier también en la mañanera).
Otros, porque candidatean al canciller para Seguridad. Ya sea porque algunos se quieren deshacer de él en Relaciones Exteriores, o bien porque consideran que la Secretaría de Seguridad sería mejor plataforma para lanzar a Ebrard a la candidatura a la Presidencia de la República.
Sea la razón que sea –como puede verse–, aún entre las patadas y las trompadas que se lanzan los personeros de uno y otro lado, también se destila miel. Al menos desde Palacio Nacional. Mucha miel.
Qué tal los elogios de López Obrador a Ebrard, luego de que los reporteros le preguntaron si el canciller sustituiría a Durazo: “Yo estoy más que contento, satisfecho, con el trabajo que está realizando Marcelo Ebrard. Es un servidor público de primera, me ayuda mucho. La política exterior de México ha vuelto a ser ejemplo mundial”, diría el Presidente. Pero no sólo eso. Luego habló de su papel en Bolivia, subrayando que no se equivocó en su lectura sobre lo que aconteció en ese país, en el asilo a Evo Morales y la protección a miembros de su equipo. Destacó también la buena relación que hay con el gobierno de Estados Unidos, “pero quien opera esta relación, quien la lleva a la práctica es Marcelo”, indicó.
“Entonces –cerró el apunte AMLO– vamos a esperarnos hasta el 31 de octubre”. Aquí es donde entran las dudas. Primero: tamaño elogio para Marcelo en su papel al frente de la SRE ¿significa que no lo moverá de ahí, o fue el reconocimiento de despedida?
¿Por qué esperar hasta el 31 de octubre para decidir el relevo de Durazo? ¿Simplemente para tener clara la baraja? Difícil creerlo. Uno pensaría que el Presidente ya sabe quiénes de su gabinete se van.
¿Qué espera entonces el Presidente?
Aventuremos: a la vista está la elección del dirigente de Morena (el sábado a más tardar se da a conocer) y en 10 días son las elecciones en EU. Si Trump se reelige, sería propicio para Ebrard en la cancillería; si es Biden el presidente de EU, entonces habría que pensar en entregar su cabeza. Cierto que sabremos hasta después del 31 de octubre, y aún después del martes 3 de noviembre, pero en lo que la situación se define con los vecinos del norte, bien podría haber un encargado de despacho en Seguridad por unos días.
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GEMAS: Obsequio del secretario de Salud, Jorge Alcocer, sobre los estragos producidos (en muertes y contagios) por COVID-19: “No son datos para
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Por MARTHA ANAYA.
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