1. Cada que se plantea alguna regulación sobre las redes sociales, el grito inmediato es que se pretende censurar la libertad de expresión.
2. Sin embargo, quienes verdaderamente censuran la libertad de expresión son los funcionarios que trabajan al servicio de estas redes sociales.
3. Tú puedes trabajar, literalmente trabajar, por años tu perfil de Facebook o de Twitter y, sin mayor razón, te puede ser cerrado el espacio.
4. A veces es un cierre temporal, pero no pocas ocasiones es un cierre definitivo. El usuario carece de toda posibilidad de defensa.
5. Si pretende ser atendido por alguno de sus funcionarios, es misión imposible. En el mejor de los casos, podrás hacer contacto con ellos por correo electrónico. A ese privilegio se puede acceder muy difícilmente.
6. Particularmente en Twitter, pululan en sus redes fascistas, violentos y amenazantes activistas de derecha, pornografía, y lindezas de esa ralea, sin que los usuarios de esas cuentas sean incomodados. Ello sin considerar las millones de cuentas falsas.
7. Pero si eres promotor del movimiento de la 4T, fácilmente tu cuenta puede ser censurada.
8. Hace algunos años, alguien me robó la cuenta por dos meses. Fue casi imposible su recuperación. Los funcionarios de Twitter se hacían los que nada podían hacer. La recuperé perdiendo el historial de siete años.
9. Hace un par de años, vivía una ofensiva de amenazas, que hice públicas. Al evidenciar el nombre, foto y teléfono de quienes me amenazaban, mi cuenta fue suspendida por dar a conocer “datos personales”.
10. Antier, volví a sufrir censura. En respuesta a la promoción del uso del cubrebocas que realiza Claudia Sheinbaum, contesté lo que dice Hugo López Gatell: “ El cubrebocas da una falsa sensación de seguridad y no evita el contagio”.
11. Eso fue suficiente para que durante más de 24 horas no tuviera acceso a mi cuenta. Es absurdo que por dar a conocer la posición oficial de nuestro gobierno con respecto al cubrebocas, mi cuenta haya sido censurada y el mensaje retirado de mi “Timeline”. Me exigían que yo borrara el mensaje, a lo que me negué en redondo.
12. Urge que construyamos un mecanismo de defensa de los usuarios de las redes sociales. No puede ser que un particular tenga capacidad de censura, de manera totalmente arbitraria, sobre millones de personas.
POR GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA
DIPUTADO FEDERAL DEL PT
@FERNANDEZNORONA