COLUMNA INVITADA

La última palabra

El votante de EU es indiferente ante la falta de argumentos políticos y considera que vale la pena dar su apoyo a ciegas

OPINIÓN

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Sofía Niño de Rivera/ Colaboradora/ Opinión El Heraldo de México.Sofía Niño de Rivera/ Colaboradora/ Opinión El Heraldo de México

Nos encontramos en la recta final de uno de los procesos electorales más polémicos y decisivos para el mundo. Al final, el camino se bifurca sobre un terreno muy polarizado, donde los candidatos para la presidencia y vicepresidencia de Estados Unidos que lo atraviesan son opuestos como el día y la noche.

Resulta interesante analizar el comportamiento del elector para la próxima jornada de comicios el 3 de noviembre, donde observamos que las diferencias que alejan a Donald Trump de Joe Biden no determinarán la decisión del elector. Actualmente, el votante promedio es indiferente ante la falta de argumento político y considera que vale la pena apoyar a ciegas al candidato del partido por el que tradicionalmente haya votado. La narrativa que los candidatos han expresado en las convenciones y en los debates tampoco inclinarán drásticamente la balanza electoral hacia uno u otro.

Trump tiene a su base electoral muy alojada, ya que a pesar de haber atravesado un juicio de destitución, numerosos escándalos y de haber sido incriminado gravemente, sus niveles de aprobación se han mantenido casi conforme el resto de su mandato. Hasta hace apenas poco tiempo sus puntos de popularidad empezaron a desplomarse 9.7% por debajo de su rival electoral por el mal manejo de la crisis sanitaria, la cual no admite demagogia y lo ha exhibido en todas sus carencias estrategas, políticas, intelectuales y morales provocando que 60% de la población estadounidense lo desapruebe. Ante este contexto polarizado, el factor decisivo para obtener el triunfo será la identidad.

El GOP se ha alejado de sus valores históricos de disciplina fiscal y de los principios conservadores que eran su esencia. Ahora apoyan a un político neófito que llevó a que EU tuviera un déficit fiscal que superará el billón de dólares y que, en caso de terminarse en este periodo su presidencia, dejará un déficit de más de 4 millones de empleos.

La actual mayoría blanca se siente amenazada, ya que en un par de décadas, ellos serán la primera minoría oficial en Estados Unidos. En los años 70, los estadunidenses nacidos en el extranjero eran unicamente 4% de la gente en aquel país. Hoy, estos ascienden a 14.5% del total de la poblacion.

La ventaja será para quienes logren hacer de su discurso un camaleón ideológico que atraiga a los indecisos. Lo que es claro es que los electores estadounidenses  tienen la última palabra. La posibilidad de la debacle política existe si Trump gana. Ha vencido y superado pronósticos, encuestas y elecciones primarias. No precisamente por pura casualidad, sino por un método que incluye una dósis de astucia y muchas mentiras.

Sin embargo, la voluntad del votante estadounidense podría ser más fuerte si su identidad es empática con lo que necesita el mundo.

POR SOFÍA NIÑO DE RIVERA
COLABORADORA
@SOFIAPAC