CLARABOYA

Las fuerzas armadas bajo ataque

La detención del General Salvador Cienfuegos Zepeda, ex Secretario de la Defensa Nacional, se trata de uno de los funcionarios mexicanos de más alto rango por parte del gobierno de los Estados Unidos y un hito en términos de seguridad nacional de ambos países.

OPINIÓN

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Azul Etcheverry / Claraboya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Hace apenas unas horas, los mexicanos nos enteramos de la detención del General Salvador Cienfuegos Zepeda, ex Secretario de la Defensa Nacional durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto, ocurrida en el aeropuerto internacional de Los Ángeles, como respuesta a una orden de detención girada por la fiscalía del estado de Nueva York.

Se trata de una de las detenciones de funcionarios mexicanos de más alto rango por parte del gobierno de los Estados Unidos y un hito en términos de seguridad nacional de ambos países. Hasta donde sabemos, se le imputan cuatro cargos de distribución de estupefacientes y conspiración con el crimen organizado, entre 2015 y 2017, mientras ocupaba el cargo de Secretario de la Defensa Nacional, no obstante, la investigación cobró fuerza después de las declaraciones hechas por el capo Alexander Hildebrando Cifuentes, que actuó como testigo de la Fiscalía de Estados Unidos , informó que Joaquín Guzmán Loera había intentado sobornar con una cifra millonaria a “un General de la nación” como parte de los funcionarios involucrados en estos actos.

Sin embargo, esta detención y el proceso judicial que conlleva son afrentas severas no sólo para uno de los militares más condecorados en México y el extranjero, sino para la larga tradición y estándares éticos de las fuerzas armadas mexicanas. La actividad militar del General se ha definido por su honorabilidad y vocación de servicio, por lo que estas fuertes acusaciones van en detrimento de una carrera documentada de más de 50 años.

Cuando se comienza una carrera militar se está siempre bajo escrutinio absoluto, desde que se ingresa al Colegio Militar hasta que se alcanza el rango de General se deben pasar una infinidad de exámenes y valoraciones exhaustivas que demuestren una aptitud física y mental destacada. Esto facilita la detección de cualquier falta o situación ilícita que se pueda presentar, incluso esta supervisión se ha llevado hasta el Senado de la República, en donde se han ratificado los nombramientos de Cienfuegos desde su ascenso a Coronel.

Por otra parte, me resulta muy extraño que su detención se haya efectuado sin el aviso directo a las autoridades mexicanas y más tratándose de un personaje de alto perfil. Además, resulta poco probable que bajo este escrutinio público y privado que se le ha realizado desde hace años, no se haya encontrado materia significativa para iniciar una investigación en su contra, por lo que consecuentemente es poco factible que la investigación que se lleva en Estados Unidos haya iniciado hace 10 años.

En ese sentido, las acusaciones que se hicieron tendrán que justificar serias omisiones y vínculos profundos en la cadena de mando de una de las instituciones de mayor prestigio en México, la Corte de Nueva York tendrá que comprobar la opacidad financiera del general y sustentar el dicho de narcotraficantes que buscan soslayar el peso de la ley.

Por ello que, este suceso debe tomarse con cautela y no debe concebirse como un hecho aislado inmune a las intenciones político-electorales del gobierno de los Estados Unidos. Parece mucha coincidencia que las elecciones en ese país estén a dos semanas de efectuarse y sean las instituciones de una administración que busca reelegirse las que pretendan rescatar votos de los sectores sociales más polarizados.

Aún falta mucho para saber cuál será resultado de estas investigaciones y si bien nadie está por encima de la ley, tampoco se deben sacar conclusiones precipitadas que atenten en contra de una de las instituciones garantes de nuestra libertad y soberanía.

Por Azul Etcheverry

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@azuletcheverry