El hogar y las aulas son el pilar de la formación de los seres humanos. El aprendizaje adicional se adquiere a través de vivencias, libros, personas que elegimos para pasar tiempo y de nuestras especiales circunstancias. Problemas, logros y fracasos -la forma de enfrentarlos- modelan nuestra personalidad definitiva.
Quienes han triunfado en algún aspecto de la vida coinciden en la existencia de hábitos clave para ello: disciplina, constancia, tenacidad, sacrificio, pasión. La proeza es identificar la misión en que deben emplearse dichos hábitos.
El éxito está en crisis conceptual. La sociedad líquida ha privilegiado la fugacidad. Las metas de mediano y largo plazo, pilar de un proyecto de vida, parecen limitarse a las próximas semanas. Más que construir un legado, hay quienes sucumben a la ley del cortoplacismo: ser “trending topic” como sinónimo de triunfo.
En 1996 nació la Fundación Telmex (hoy Telmex – Telcel) con la premisa de impulsar cuatro ejes: educación, cultura, salud y justicia. El ingeniero Carlos Slim Helú, impulsor del proyecto, constituyó una beca para reconocer a estudiantes de excelencia que, además de buen rendimiento escolar, tuvieran actividades extra académicas destacadas.
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La beca incluía un salario mínimo, una computadora con acceso a internet (¡en los 90s!) y el acceso a la “Casa del Becario”, en la que de lunes a domingo se podía asistir a cursos, talleres y conferencias o simplemente a estudiar. En este lugar se impulsaban proyectos varios, coordinados y ejecutados por los propios estudiantes.
En el contexto de ese programa nació el evento “México: Siglo XXI”. Un día dedicado a escuchar e interactuar con líderes de distintos ámbitos. Del deporte a la política; del arte a la empresa y la farándula; de la ciencia a la fe. El pasado 25 de septiembre se celebró la 18ª edición de dicho evento. ¡Tres sexenios!
Personajes de la talla de Gorbachov, Bill Clinton, el Dalai Lama, Pelé, Al Pacino, Nicolas Sarkozy, Pep Guardolia, Biz Stone, Malala, Margaret Tatcher, John Travolta, Michael J. Fox, el astronauta José Hernández, Felipe González, Colin Powell, Lanz Armstrong, Theresa May, Iker Casillas, Usain Bolt, Rudolph Giuliani, Emmanuel Lubezki, Mark Zuckerberg, Silvester Stallone, Tony Blair y el propio Carlos Slim Helú, entre muchos otros, han compartido en su visión del éxito y la ruta para alcanzarlo.
Si debiera encontrar un factor común entre ellos, sería su tendencia a reconocer “el valor de la experiencia”, entendida como la suma de vivencias, su asimiliación, análisis y, sobre todo, la posibilidad de continuidad en un proyecto a partir de ello. Justo de forma opuesta a lo que acontece en distintos ámbitos de la administración pública, en donde cada seis años se apuesta a una reconstrucción y no una consolidación de procesos.
En materia de seguridad y justicia -temática principal de este espacio quincenal- desestimar lecciones del pasado, borrar todo vestigio de logros y discriminar al elemento humano por haber pertenecido a administraciones anteriores, equivale a partir de cero. Es asumir el adanismo como principio y es una ruta directa al estancamiento y al fracaso.
Que nos ignoren a los simples mortales. Pero que se escuche con atención a las decenas de liderazgos globales que, desde hace tres sexenios, desde la tribuna de México: Siglo XXI, nos han dejado mensajes claros, hojas de ruta, que vale la pena poner en práctica.
POR MANELICH CASTILLA CRAVIOTTO
COLABORADOR
@MANELICHCC