CHINA

Deprimentes datos de la FAO

Es un hecho que uno de los principales elementos dañinos para la ecología mundial ha sido el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero

OPINIÓN

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Agustín García Villa/ Des...propósito/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En su último informe sobre zonas boscosas, la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reporta que en los últimos 30 años el planeta se ha deforestado en más de 175 millones de hectáreas, extensión sólo menor en un 10% a la superficie de México. La cifra es estremecedora, pero vale decir a manera de consuelo que la tendencia a la pérdida de bosques en este periodo ha sido marginalmente decreciente, pues ha pasado de una tasa media anual de 7.8 millones de hectáreas en la década de los 90, a una de 5.2 en la del 2000, y a una de 4.7 millones en la del 2010.

Pero estamos muy lejos de ganar la batalla. A juzgar por los cada vez más graves fenómenos naturales de los últimos años - deshielo de los polos, grandes inundaciones, avance de la desertificación, tornados, incendios, etc.-, derivados principalmente del incremento de la temperatura terráquea, se hace difícil pensar que pueda haber recuperación en el mediano plazo. 

Es un hecho que uno de los principales elementos dañinos para la ecología mundial ha sido el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero, generados entre otras causas por la insultante depredación de los bosques.  Es aterrador que, en gran medida, a causa de aviesas prácticas comerciales que deberían ser castigadas severamente, continúen las altas tasas de deforestación y que a éstas alturas no haya mayor conciencia de la importancia de mantener y reproducir zonas por siglos depredadas, que en la actualidad empiezan a cobrar facturas a través de alteraciones ambientales planetarias, que al final de cuentas resultaran en hambrunas, enfermedades y, en un descuido, el exterminio de la especie. 

Es lamentable atestiguar que aún ahora se continúe arrasando con la naturaleza de un gran número de países, en particular, los ecuatoriales  latinoamericanos, africanos y de los mares del pacífico sur, con fines puramente mercantilistas, principalmente de parte de grandes empresas internacionales, a cambio, en ocasiones, de “piadosos” financiamientos para la realización de obras de infraestructura,  como las promovidas en África, entre otros, por China, India y Corea del Sur. 

Es paradójico, asimismo, que empresas de países que han ido ganando fama como protectores y promotores de su medio ambiente -China, por ejemplo, se ha comprometido a ser neutro en carbono para antes de 2060-, sean a la vez causantes de grandes destrozos de la naturaleza en otras latitudes, sin el menor recato de parte de sus autoridades

No dejan de ser preocupantes los datos aportados por la FAO, y que a la fecha muchos  países de menor desarrollo, dotados de valiosos recursos naturales, sean aún victimados por grandes empresas transnacionales, que frecuentemente apoyadas por sus gobiernos y en su afán de hacerse de materias primas valiosas -maderas finas, minerales estratégicos como los llamados metales raros, etc.-, sigan depredando maravillosos y difícilmente recuperables entornos naturales requeridos para la supervivencia del planeta
 

POR AGUSTÍN GARCÍA VILLA
*ANALISTA ECONÓMICO
ORBE@ELHERALDODEMEXICO.COM