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Carnales todos

El presidente AMLO no podía dejar pasar la oportunidad de subirse al tren presbiteral y darnos una clase de historia

OPINIÓN

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Campus.Alejandro Echegaray / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El primer sábado de octubre el Papa Francisco nos regaló una nueva encíclica como parte de un esfuerzo ecuménico que inició con su papado y que no ha tenido parangón en la historia de la iglesia que representa. Jorge Bergoglio ha hecho el esfuerzo de generar un relato atractivo y hablarle a una audiencia mas amplia, los publicistas hablarían de que ha construido un nuevo framing, es decir, una nueva envoltura para la Fe.

En Laudato si' es un tree hugger que defiende la naturaleza, a los animales y nos desliza la idea de lo pernicioso del consumismo y el desarrollo incontrolable. Ahora, en Fratelli Tutti adopta la pose del tenaz crítico del neoliberalismo y para no errarle también del populismo. Quiere quedar bien con todos y aumentar el aforo a los templos y lugares de culto.  Sorprende el faux pas narrativo al no contemplar a las mujeres en su esfuerzo evangélico.

Martin Luther King y Gandhi motivaron al Papa a escribir:

“El mercado solo no resuelve todo, aunque otra vez nos quieran hacer creer este dogma de fe neoliberal. Se trata de un pensamiento pobre, repetitivo, que propone siempre las mismas recetas frente a cualquier desafío que se presente. El neoliberalismo se reproduce a sí mismo sin más, acudiendo al mágico “derrame” o “goteo” —sin nombrarlo— como único camino para resolver los problemas sociales. No se advierte que el supuesto derrame no resuelve la inequidad, que es fuente de nuevas formas de violencia que amenazan el tejido social”.

El presidente AMLO no podía dejar pasar la oportunidad de subirse al tren presbiteral y darnos una clase de historia. Y el jueves pasado desde el púlpito presidencial espetó: “Está en la Biblia, […] hay señalamientos en los evangelios muy fuertes en contra de los que tienen muy duro el corazón, en contra de los que son egoístas, en contra de la usura, en contra de los sepulcros blanqueados y muchas otras cosas. La aguja en el pajar y el ojo en la aguja, en fin, muchas cosas.”

A pesar de que el periodo neoliberal ha sido demonizado, el advenimiento del pluralismo y la apertura comercial trajeron beneficios sociales que permitieron que México se transformara en las últimas tres décadas en un país de clase media. En los últimos 36 años, la esperanza de vida aumentó de casi 68 años a más de 77; la escolaridad promedio se duplicó al pasar de 5 a 10 años; la proporción de mexicanos por debajo de la línea internacional de la pobreza pasó de 8.1% a 2.5%; el ingreso per capita se multiplicó más de cuatro veces al pasar de 2,000 a 8,900 dólares.

Prevalece el desafío de superar la pobreza y la desigualdad, pero hemos dado pasos hacia una sociedad con mayores niveles de bienestar. Podremos superar la pobreza con la generación de empleos. En una crisis tan profunda como la que estamos viviendo esto se logra con dispensas tributarias, rescatando empresas, adquiriendo deuda y otorgando a los individuos recursos para que precisamente puedan: consumir.

Por Alejandro Echegaray

Politólogo

@aechegaray1