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La víspera del trueno

OPINIÓN

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La interesante colección de 6 novelas “La costumbre del poder” de Luis Spota que vieron la luz a finales de los años 70 y principios de los 80 del siglo pasado, son una narrativa crítica y mordaz a la vida política de nuestro País en esos años; revelan con crudeza los detalles de un régimen presidencialista autoritario y los estragos que provocaron los excesos en el ejercicio del poder omnímodo de un presidencialismo autócrata. La última novela de la saga, “La víspera del trueno”, debería ser lectura obligada para los cuatroteístas que hoy se regodean en un anacrónico ejercicio del poder, similar al viejo régimen que creíamos superado.

La percepción social, el estado de ánimo de la población refleja hoy una situación de alerta por las posibles consecuencias que se derivarán de la encrucijada de crisis que enfrenta nuestro País; en tanto el gobierno federal se solaza en la confrontación, en la división de los mexicanos, en el escarnio a los opositores a su proyecto y en el espectáculo que coloca al presidente de la República en el papel de vendedor de boletos de una rifa inexistente y en vehemente anunciador del linchamiento público de los expresidentes de México, en lugar de actuar a la altura del liderazgo unificador que necesita la Nación .

El coraje y sentimiento de impotencia de los familiares de los más de 70 mil muertos por la pandemia del Covid 19 que se suma a la rabia de los familiares de pacientes afectados por el desabasto de medicamentos y la ineficiente atención médica; la insurgencia social en Chihuahua por el agua; las acciones radicales y violentas de jóvenes feministas contra la estulticia de quienes encabezan la Comisión Nacional de Derechos Humanos; la integración de la Alianza Federalista de Gobernadores; la absurda persecución y asedio gubernamental contra comunicadores y medios de comunicación que no comulgan con el régimen; la voz de alarma que lanzan destacados juristas como Sergio García Ramírez en defensa del Estado de Derecho amenazado por un obcecado ánimo de venganza política del Presidente de la República. Todos son elementos de un peligroso coctel explosivo, que será agitado en el complejo proceso electoral que ya iniciamos.

En este enrarecido contexto, el presidente López Obrador, que en las encuestas aún conserva un amplio respaldo popular, paradójicamente se encuentra sin Partido que le apoye en la necesaria y urgente acción política y electoral de base. Morena se desdibujó en las luchas y apetitos de sus tribus internas; no les importa el proyecto de transformación, les basta el culto a la personalidad del caudillo y la posibilidad de acceder a cargos públicos; no han sido capaces de elegir a su dirigencia nacional, no le pudieron reunir un millón 800 mil firmas al presidente para solicitar su consulta popular, ni pudieron ser factor para obtener el respaldo social en la compra de boletos de la no rifa del avión presidencial; se confiaron en el clientelismo electoral de los programas sociales y no construyeron estructura de organización territorial. En este ambiente polarizado y confuso, los Partidos políticos opositores a Morena tienen la delicada responsabilidad de atraer y conducir el ánimo social para lograr reconducir el rumbo de la República con la fuerza de los votos; para evitar el estruendo que provoca un estallido social.

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POR: JOSÉ ENCARNACIÓN ALFARO CÁZARES
@JOSEEALFARO
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