Los “Drones” son objetos voladores tripulados a distancia OVTAD, que se manejan, conducen bajo la una técnica similar a los helicópteros, con mayor eficiencia y seguridad, los hay desde pequeños, que caben en la palma de la mano, hasta los que son capaces de transportar el peso de una persona y más. Sin embargo su poder letal y capacidad destructiva para el ser humano, con el desarrollo de la tecnología resulta mortal.
La tecnología bélica mundial, los ha aprovechado para la fabricación de misiles dirigidos con precisión, inclusive para acertar en blancos móviles.
Recientemente ha trascendido que la sofisticada tecnología permite ahora archivar en la memoria de los Drones, la imagen del blanco que se pretende alcanzar.
De tal manera que lo mismo puede ser una persona o instalación civil, que militar, vehículos terrestres o aéreos detenidos o en movimiento en cielo, mar y tierra.
En ese orden lógico, se entiende que puede registrarse en la memoria del Drón de ataque, el rostro de cualquier persona, lo que le permitiría identificar su blanco a cualquier distancia con alto índice de precisión e infalibilidad.
Éstos sofisticados armamentos representan un giro a las estrategias de combate. Han pasado de las estrategias prehistóricas, cuerpo a cuerpo, ahora con los Drones, podría decirse que significa el retorno a la eficiencia del combate cuerpo a cuerpo, con la diferencia de que el ofensor, teóricamente se encuentra salvo de la reacción defensiva.
Sin embargo si el agredido cuenta en su base de datos con la información que incluye ubicación e imagen del agresor y se tiene la capacidad de alcanzar también su objetivo, las condiciones de combate se igualan para repeler la agresión del responsable, autor o quien da la orden de ataque, la respuesta puede ser equivalente, recíproca, igual, incluyendo a los jefes de Estado.
Atrás de “La guerra de los Drones” está la importancia de la guerra de la información, imaginemos la cantidad de imágenes nuestras en redes sociales. Pero también se hacen necesarios, mecanismos eficientes de defensa.
En ese escenario, ningún ser humano se encontraría a salvo de un ataque por Drones, ello incluye a políticos, líderes, jefes de Estado, presidentes y cualquier persona pública o privada, de la que pueda tenerse u obtenerse su imagen. Ello complica la seguridad de todos, también frente a acciones delictivas fuera de escenarios bélicos.
Esto podría significar, que cuando en una guerra – como dijera el poeta francés Paul Valery (1871-1945) “La guerra es una masacre, entre gentes que no se conocen ni se odian pero se matan, para provecho de gentes que si se conocen y se odian, pero no se matan”, pero que hoy, con las novedosas tecnologías, se abre la posibilidad de que quienes están detrás de la guerra también pueden ser asesinados.
Eduardo Sadot-Morales Figueroa
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